Cómo ya sabéis, una de las facetas más prolíficas de las gemelas Olsen, es, además de sus probadas dotes con las letras, la de diseñadoras. En 2007, tras años de películas facilonas y maniobras empresariales para gestionar sus varios miles de millones, las niñas más ricas de américa decidieron aprovechar su celebrado olfato para las tendencias y se entregaron por completo al mundo de la moda.
Aunque ya habían tanteado el terreno años atrás creando pequeñas colecciones que se vendían en Wal-Mart (una especie de Carrefour a la americana), eso no había sido más que poner su nombre a prendas sin alma, una maniobra comercial producto obligado de su éxito adolescente, nada que ver con lo que estaba por venir: la verdadera esencia de Mary-Kate y Ashley Olsen.
Así nacía The Row tras meses de especulaciones, un ambicioso proyecto en el que Ashley había estado pensando tras su paso por la universidad de Nueva York, según ha contado ella misma, mientras estudiaba psicología y arquitectura no hacía más que pensar en camisetas, así que decidió dejarlo todo, volver a California, y emprender este camino junto a su hermana.
Mary-Kate, quién se enganchó a la moda por culpa de Marc Jacobs (fue al primer desfile al que asistió) y cultivó su look gótico-chic inspirada por Balenciaga y Dior, se mostró encantada con la idea, y ambas se pusieron manos a la obra. ¿El resultado? Un código de vestimenta que se sale de las típicas celebrities guiadas por una estilista de cabecera.
Una línea tan oscura como bohemia, tan excéntrica como minimalista, tan imposible como lisa y llana a base de carísimas tank tops, blazers, y faldas que solamente se vende en exclusivos corners de grandes almacenes high class. El reflejo mismo de unas hermanas a las que se ama o se odia pero que tienen las cosas muy claras.
Sus propuestas triunfaron básicamente entre sus amigas del star-system pero cosecharon grandes alabanzas, por lo que seis mese más tarde presentaban Elizabeth and James, su segunda línea, a precios más ajustados y de corte algo más casual.
Te podrán gustar o no, pero Ashley y Mary-Kate juegan en su propia liga. Pasan de rumores, polémicas, y críticas, dicen y hacen lo que les de la gana, y no cabe duda de que lo suyo, es íntimo y personal. Porque al contrario de lo que pueda parecer desde fuera, estas gemelas se toman la moda como un proceso natural, nada de miramientos con las firmas, pelos bien puestos, o prendas a evitar; ellas visten lo que son, y son lo que visten. Y no hay más.
En Trendencias Estrellas que visten de estrellas: celebrities que visten de otras celebrities, Mary-Kate y Ashley Olsen presentan su línea de ropa en Londres, Lauren Hutton ¿imagen de Elizabeth and James o The Row?
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