Hay famosas que una se arrodilla a sus pies. Por buenas actrices o cantantes o artistas. Porque además de eso tienen estilo y representan bien a una marca. Esto no incluye a los que no hacen nada de relevancia y se dedican a photocalls, ir vestidas muy monas y salir en todo blog de moda. Marion Cotillard es de las primeras.
Y esas son la clasificación de famosas con las que suelo tener más delicadeza. ¿Cómo voy yo a osar criticar un look de Meryl Streep? ¿O de Helen Mirren? Ni se me ocurre, aunque vayan hechas unos zorros. De hecho, las famosas impostadas, esas que se nota que visten para el fotógrafo de streetstyle de turno, me repatean. Marion Cotillard no tiene su edad (la de Meryl) pero sí tiene una carrera.
Hoy voy a criticarla, más bien sus sandalias que no tienen excusa, pero su porte y elegancia lo salvan todo. No puedo con estos diseños de sandalia botín. Sientan mal a la pierna, son incómodas e insufribles en verano. De femenino tienen poco y ahí también el error, en combinarlas con un vestido coral y mini bag Chanel. Sólo tendrían una salvación, acompañar a unos jeans desgastados y un look muy casual... pero ni con esas.
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