Se llama Karla Deras, tiene apenas 18 años, vive en Simi Valley, California, y desde hace poco más de un año pertenece a esa comunidad de jóvenes ávidas por enseñarle al mundo que el estilo ya no solamente se gesta en las revistas: es una egologuera de primera categoría, y su misión en la red es convertirse en icono de estilo a través de sus looks.
No les hacen falta palabras ni padrinos, basta una buena cámara y muchísimas ganas de posar, aparte de un desarrollado sentido de la estética, porque aunque lo de esta generación de adolescentes o no tan púberes, no sea precisamente la humildad ni la modestia, hay que reconocer que tienen buena mano con la ropa además de un punto exhibicionista.
Entrar en sus armarios se ha convertido en el ejercicio de voyeurismo inócuo e inspirador de moda.
Dice que no se inspira en nadie a la hora de vestirse, que se empapa de todo lo que tenga que ver con la moda a partir de un mural que tiene en su habitación hecho a base de recortes y retales de todo lo que le llama la atención (incluidas fotos de The Sartorialist...).
Se define como femenina y andrógina.
Su obsesión son los zapatos.
En especial los botines.
Y dado que cuenta que su diseñador preferido es Yves Saint Laurent, con el que ya estaba obsesionada desde muy temprana edad, mientras las demás jugábamos con muñecas, el blazer es su prenda fetiche.
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