En mi opinión es totalmente imposible vivir o amar alguien que vive la moda y la viste y no acabar irremediablamente cayendo en su influencia. Lo he visto mil veces y me consta. Mujeres sin gracia ni porte se convierten en damas de la moda por sus maridos dandies (como ocurriera con la infanta Elena)...
A veces es difícil decir si fue primero el huevo o la gallina pero ejemplos tengo muchos, y en mi propio círculo de amigos. Chico desaliñado sale con chica que trabaja en moda, es decoradora, diseñadora o pintora. Chico comienza poco a poco a cambiar, deja las camisetas con lemas alcohólicos y se pone camisas guays, se deja barba, deja el calimocho y toma gin tonic... esto no ocurre de inmediato, por supuesto, y nunca por imposición (así nunca es efectivo) pero suele ocurrir.
En el caso de Kate Bosworth y su último streetstyle lo que podemos ver es que si tiene estilo ella, él también. Respiran el mismo aire en este estilismo, los mismos colores y no desentonan. Estoy convencida de que no se pusieron de acuerdo, simplemente surgió así. Impecable el abrigo de piel azul noche de ella con mangas de encaje. Perfecta la chaqueta de tintes marineros de su marido Michael Polish, sus gafas y el resto (excepto las botas).
Ambos no son impecables, el pelo de ella en esta foto luce terrible y las botas de él son horribles de igual modo. Sin embargo, en conjunto, puedes respirar estilo (y a amor) entre sí y a la moda.
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