El desfile de la colección Pre-Fall 2010 de Stella McCartney parecía una reunión entre amigas, entorno a unas tazas de té con pastas y a unas mesas de billar. Y es que, coincidiendo con la Semana de la Alta Costura en París, se agradecen estas presentaciones más informales y fuera de las pasarelas para diferenciarnos de la teatralidad de la Alta Costura.
Ante la atenta mirada de Kate Moss (me encanta su chaqueta verde, por cierto), las modelos conversaban y jugaban al billar luciendo las dos líneas de la colección: una más de diurna y una más nocturna.
La línea para el día bebe de las mismas fuentes del minimalismo y de los colores neutros como el gris y el beis que la nueva Celine de Phoebe Philo (para algo han pasado tanto Stella como Phoebe por Chloé). Es la parte de la colección que más me ha gustado.
Los abrigos y capas en camel son sencillos pero me encantan.
Trajes masculinos con chaquetas de doble botonadura que recuerdan a la mítica Katherine Hepburn.
Y faldas de largura midi.
Para la noche, Stella McCartney propone vestidos de lentejuelas, brillos y estampados animales de leopardo y de serpiente. Un look muy Gucci del que empezamos a estar algo cansadas.
Via | Yo Dona
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