Aunque es cierto que las buenas personas pueden comportarse en ocasiones de mala manera, hay algunos rasgos que comparten las malas personas según la psicología. No hablamos solo de egoísmo y falta de empatía, dos comportamientos que suelen tener, sino de otros algo menos perceptibles a primera vista y que son perfectamente compatibles con tener inteligencia emocional. Y es que ser inteligente emocionalmente no significa ser buena persona. Oscar Wilde dijo que “las personas malas son, desde el punto de vista del arte, objetos fascinantes. Representan color, variedad y rareza. Las personas buenas exasperan la razón; las personas malas estimulan la imaginación”. Aunque sean buenas para perfilar los villanos de una película, en la vida real cuanto más lejos las tengamos, si me permites, mejor. Por eso vamos a darte algunos comportamientos que indican que estás ante una mala persona. O si los tienes, que lo eres.
Son neuróticos
No todas las personas neuróticas son malas personas, ni las malas personas son siempre neuróticas, pero según este estudio de 2022 que investigó los principales rasgos de personalidad y su vínculo con las emociones negativas, el neuroticismo estaba “significativamente asociado con estados emocionales negativos” ya que está relacionado con una “regulación desadaptativa de las emociones”. Este otro estudio también vinculó el neuroticismo con “relaciones conflictivas, redes pequeñas, percepción de falta de apoyo y afecto negativo”.
Si lo pensamos, a nivel psicológico tiene todo el sentido del mundo. El psicólogo Hans Eynseck usó el “neuroticismo” para referirse a un rasgo de personalidad que indica la tendencia a ahondar en pensamientos negativos y estresantes, que pueden irrumpir casi en cualquier momento. Según explicaba el sociólogo y psicólogo Arturo Torres en Psicología y Mente, este rasgo de personalidad define a personas con un estado de ánimo más bien cambiante, que no toleran bien la frustración y son sensibles a la crítica . Como las emociones son un vaivén constante en estas personas, hace que sea difícil predecir cómo reaccionará ante cualquier cosa y eso puede afectar a sus relaciones.
Son bullys en el trabajo
La Universidad de Princeton hizo un estudio hace cuatro años en el que exploraba diferentes personalidades en ambientes laborales y se descubrió que las personas que cultivan una cultura tóxica en el trabajo y abusan de sus empleados, priorizan sus propios intereses personales sobre el bien de su equipo y crean culturas de corrupción, pueden ser percibidas como exitosas. Como decíamos antes, las emociones tienen un lado oscuro que puede usarse a favor del éxito y en el estudio se observó que cuando las personas ven a una persona desagradable en el poder, “pueden concluir que ser desagradable les ayudará a alcanzar el poder y, a su vez, comportarse de manera más desagradable”. Es decir, podemos llegar a asociar ser mala persona con tener éxito.
Sus defectos afectan a otros más que a ellos mismos
Según este estudio psicológico, los defectos de una persona puede tener un mayor impacto en los demás que en los propios portadores de estos rasgos. Es decir, tenemos defectos y estos afectan más al resto que a nosotros mismos. Te pongo un ejemplo, una persona que manipula a los demás constantemente tiene un defecto, pero este afecta sobre todo a los demás, aunque la confianza que tengan en él se vea dañada. Evidentemente nadie es perfecto, pero cuando mis imperfecciones tienen resultados negativos en otros, tenemos un problema.
Tienen características asociadas al “factor D”
El narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía son los rasgos principales de la tríada oscura que definieron los psicólogos canadienses Kevin Williams y Delroy Paulhus. Los tres rasgos de la Tríada Oscura abarcan una gama de creencias y conductas antisociales de características malévolas. Por ejemplo la psicopatía se asocia con bajos niveles de empatía y un alto nivel de impulsividad y búsqueda de emociones; el maquiavelismo con manipuladores cínicos y sin principios; y el narcisismo con personas que se creen con derecho a todo, que piensan que son seres superiores y que deberían ser tratados como tales.
A lo largo de los años se han ido introduciendo cada vez más rasgos aversivos y ahora se habla un " factor D " o factor oscuro general básico de la personalidad con más rasgos oscuros relacionados como el sadismo y el rencor, el desapego moral entendido como la capacidad de comportarse de manera poco ética sin sentirse mal, el derecho psicológico (creer que mereces más y eres mejor que los demás), el interés propio como un deseo de mejorar tu propio estatus; y el egoísmo. Si estas características se asocian con el factor D y tenemos alguna de ellas, todo apunta a que buena gente no somos.
Siempre ven a los demás de forma negativa
Según Dustin Wood, profesor adjunto de psicología, existen una gran cantidad de rasgos de personalidad negativos asociados con la percepción negativa de los demás. Pensar siempre mal del resto y de una forma negativa se relaciona con niveles más altos de narcisismo y comportamiento antisocial como en una reacción en cadena donde una percepción negativa desencadena una cascada de comportamientos, patrones y actitudes dañinos.
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