Lo dije en su momento, no puedo remediarlo, siempre que veo un editorial de Gisele Bundchen necesito hablar de él porque en la mayoría (por no decir en todas) de las ocasiones es perfecto. El nuevo que ha protagonizado para la revista Vanity Fair en su número de mayo vuelve a ser magnífico.
Con este editorial en Vanity Fair, la modelo brasileña vuelve poco a poco a recuperar la forma y el protagonismo en el mundo de la moda tras un tiempo breve de descanso. En abril ha protagonizado la portada y un editorial en Harper's Bazaar; en marzo lo hizo para la revista Numéro 101 y el tercero consecutivo viene de la mano de Vanity Fair.
Ahora el fotógrafo no es ni Peter Lindbergh, quien hizo un fabuloso trabajo para Harper's Bazaar mezclando estilos de cada época, ni Greg Kadel de Numéro, sino Mario Testino, un viejo conocido en la carrera de Gisele Bundchen, uno de los últimos trabajos juntos fue la campaña Primavera-Verano 2009 de Stefanel.
En el editorial para Vanity Fair, Gisele Bundchen se descubre al máximo, en la mayoria de las fotografías posando desnuda o con mínima ropa. Sorprende que sea para Vanity Fair, por la línea editorial tan conservadora, pensaría antes que es Vogue París si no fuese por el tratamiento clásico de las imágenes.
Aquí vestidos que comentar hay más bien pocos, más bien hay corsés, sábanas de caros hoteles (el Plaza neoyorquino) o conjuntos de lencería al igual que transparencias. En todas ellas, Gisele Bundchen se muestra como es, una de las mujeres a las que el adjetivo perfecto más se adapta.
Fotos | Vanity Fair En Trendencias | Gisele Bundchen en la portada de abril de Harper's Bazaar En Trendencias | Gisele Bundchen en el editorial de marzo de Numéro 101
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