La caminata diaria es para muchas esa dosis de deporte a la que acudimos para estar en forma y hacer un poco de cardio. Este ejercicio de bajo impacto, trae un sinfín de beneficios para nuestro cuerpo, de hecho, seguro que te suena la cifra de los 10.000 pasos al día, estandarizada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), aunque no es la única que señala esta práctica como una gran opción para ejercitar nuestro cuerpo. Y es que, los estudios científicos han resaltado especialmente, la reducción del riesgo de muerte en más de un tercio y el riesgo de enfermedad cardiovascular en al menos un 20%.
No nos cabe duda de que la caminata diaria es todo un acierto, pero tampoco podemos pasar por alto la importancia de los ejercicios de fuerza, ideales para tonificar los músculos de nuestro cuerpo y conseguir así una figura más definida y esculpida, que junto con un poco de cardio, nos ofrece un combo ganador.
Aunque podemos apostar por llevar a cabo ejercicios de fuerza un día y centrarnos en caminar otros, también existe la posibilidad de aunar estas dos opciones en una, algo que podemos conseguir caminando con pesas. De esta manera, elevamos la clásica caminata, llevándola a un nivel superior ya que puede mejorar nuestro rendimiento cardiovascular, así como aumentar nuestra resistencia muscular y mejorar la coordinación de nuestro cuerpo.
¿Cómo podemos incluir las pesas en nuestra caminata diaria?
Podemos añadir peso, ya sea en los tobillos o las manos. De esta forma, conseguimos aumentar la intensidad de nuestro entrenamiento, haciendo que los músculos trabajen más y en consecuencia haya una mayor quema de calorías. Un must a la hora de perder peso, así como desarrollar masa muscular.
Para decantarnos por unas pesas u otras, apostamos inicialmente por utilizar opciones más ligeras, de entre dos y tres kilos para cada mano y tobillo, con el fin evitar lesiones en esas primeras veces que ponemos en práctica dicha disciplina. Por otra parte, a medida que vayas ganando fuerza puedes ir aumentando gradualmente el peso.
Es esencial tener en cuenta que, en esas primeras sesiones con pesas, lo ideal es empezar incorporando ese accesorio en una o dos de las caminatas semanales. A su vez, debemos de comenzar con distancias cortas, como una caminata por la mañana de 15 a 20 minutos e ir aumentando el tiempo en función de como va respondiendo nuestro cuerpo, ya que podríamos conseguir un efecto contraproducente exigiendo al mismo demasiado en un inicio. Si quieres sumarte a esta disciplina, escucha a tu cuerpo y aumenta progresivamente la exigencia de tu entrenamiento para ver unos resultados notables.
Fotos | Andrea Piacquadio en Pexels, KoolShooters en Pexels
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