A ver, no llora siempre, pero me hace mucha gracia pensar que puede leer esto y ver semejante titular, porque la primera vez que vimos Polar Express aquello fue un mar de lágrimas, que no de dudas, como diría en El Chiringuito. De mis ojos marrones demonio no surgió manantial alguno, pero madre mía, ¡cómo corrían las lágrimas por sus mejillas rojas! ¡Y cómo intentaba contenerlas! Después, por supuesto, negó que tal cosa hubiera sucedido.
Polar Express llegó a los cines en 2004 y nosotros la vimos poco después. Ni confirmo ni desmiento que con alguna ilegalidad de por medio. Yo tenía 10 años y mi hermano 5, pero ya entonces tuve clarísimo de qué iba la película, nunca mejor dicho. Diría que me quedaba poco de creencia en Papá Noel o los Reyes Magos, pero todavía, a día de hoy, sigo creyendo en la magia y en aquellos que la crean. Y no, no hablo de ilusionistas que llenan teatros.
Polar Express, cuyos derechos adquirió en 1999 Tom Hanks, cuenta la historia de cómo una serie de niños afortunados, que llevan consigo un billete dorado, tienen la suerte de visitar a Santa Claus la noche de Nochebuena antes de que este recorra el mundo con su trineo, guiado por Rudolph, para dejar regalos en casa de todos.
En este viaje hay un grupo curioso de pequeños liderados por el protagonista, el niño héroe, y todos exploran lo que significa la Navidad, guiados por la maravillosa imaginación y la importancia de no perder esa esencia a media que nos vamos haciendo mayores. Muy Peter Pan por parte del autor del libro original que adquirió Hanks. Por cierto, el largometraje es nada más y nada menos que de Robert Zemeckis. Bueno, y también hay una pizquita de metáfora religiosa en todo esto, ¿eh? Para que lo sepas.
Esta cinta que puedes ver en Netflix, es ya un clásico de la Navidad que a pesar de que en un principio parece recomendado para los más pequeños, es apto también para aquellos que ya dejamos de poner galletas con leche la noche de Reyes en el salón, igual que sucede con esta otra propuesta perfecta para estos días.
Fotos | Polar Express y Netflix
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