Hay muchas personas que, al enamorarse, construyen toda su vida en torno a su pareja. Quieren asegurarse de estar a la altura de sus necesidades y expectativas. Buscan formas de hacer feliz al otro, sumergiéndose inconscientemente en su vida y olvidándose de ellos mismos. Como Sandy se transforma por completo para conquistar a Danny Zuko al final de Grease. ¿Eres una de esas mujeres? Te contamos cómo identificar si eres una novia mimética y la clave para evitarlo.
¿Por qué lo hacemos? Nuestra experta en parejas nos cuenta lo que está ocurriendo
Cuando comienzas a salir o enamorarte de alguien, eres un individuo diferente a cualquier otro. Con tus propios intereses, preocupaciones y, en definitiva, set mental. No conoces aún a la otra persona, así que no sabes lo que espera de ti y no puedes adaptarte de ninguna manera. Solo te queda la opción de ser tú mismo.
Pero una vez que comenzáis a profundizar se hace más claro lo que necesitan y quieren de ti. Y aquí es cuando muchas personas se pierden a sí mismas por satisfacer al otro. No lo hacen adrede o bajo ningún tipo de coacción, sino que se amoldan de forma inconsciente. ¡Si hasta a Julia Roberts le ha pasado en Novia a la Fuga! Sí, cuando olvida cómo le gustan los huevos en el desayuno porque siempre los toma como le gustan a su pareja. Según la experta Mamen Jiménez, esto ocurre porque buscamos la proximidad:
Hay personas que utilizan (conscientemente o no) la mímesis como una herramienta para atraer a la otra persona, para crear un vínculo más fuerte. Parten de la idea de que “cuanto más me acerque a lo que le gusta, cuantas más cosas compartamos, más me querrá”. También hay detrás un deseo de proximidad: hacer cosas típicas del otro es una forma de sentirse cerca de él o de ella.
4 señales de que eres una novia mimética
- Cambias tus opiniones para evitar discusiones:
No malinterpretemos la situación. Si tu pareja te abre los ojos a una forma nueva y diferente de pensar en algo de forma genuina, ¡bien por él/ella! Pero si lo que haces es dejar de dar tu opinión sobre algún tema por evitar discusiones o choques de ideas. O incluso has adoptado nuevas visiones políticas o morales para contentar al otro. Entonces estamos hablando de sacrificio de la personalidad. No lo decimos nosotros, lo dice la famosa psicóloga Holly Parker.
- Sustituyes tus intereses por los suyos:
Este es el siguiente paso al punto anterior. Primero cambias tus opiniones e ideales (o los maquillas y callas para no confrontarlos). Después comienzas a dedicar más tiempo a sus intereses y hobbies que a los tuyos. Y no hay nada de malo en descubrir lo que le gusta al otro e incluso hacerlo juntos para disfrutarlo el doble. Pero las cosas pueden ir más lejos.
Este estudio psicológico habla de una gran diferencia entre ponerlos en práctica para comprenderse y compenetrarse más; y hacerlo para impresionar y hacer creer a la otra persona que eres "su pareja perfecta y coincidís en todo". Si dejas de lado tus propios planazos por hacer los suyos, estás cayendo en el temido mimetismo.
- Te importan sus problemas como si fueran los tuyos propios:
Por supuesto que debemos apoyarnos cuando estamos de bajón. Como dice la doctora Holly Parker, "es genial ser una fuente de apoyo y eso ayuda, pero emborronar la línea entre un problema de nuestra pareja y uno nuestro no es forma de ayudarse. Con ello se crea un foco de estrés añadido que os afecta a los dos." Así que no, no eres una mala persona porque seas feliz con tu vida a pesar de que tu pareja esté pasando por un mal momento.
- Renuncias a grandes oportunidades por la otra persona:
El psicólogo Kevin J. Carson lo tiene claro: si has dejado pasar un plan de fiesta con tus amigas que te apetece porque tu pareja no puede ir; no te vas de viaje con tu familia porque él o ella no tienen vacaciones, has abandonado el gimnasio que tanto te gustaba para hacer deporte juntos o incluso has rechazado una gran oportunidad laboral porque requiere cambios en vuestra rutina; eres una novia mimética.
¿Qué podemos hacer para no caer en el mimetismo y tener una relación saludable?
Si has notado algunos de estos signos, debes tener presente que esta pérdida de personalidad no es buena idea. La psicóloga Mamen Jiménez nos lo confirma:
Es cierto que en una relación compartir aficiones o intereses es positivo, pero la realidad es que mimetizarse con el otro no funciona como aglutinante para la pareja. De hecho ser diferentes lo que hace es enriquecer a la pareja: las diferencias individuales (en personalidad, en ocio) son importantes porque nos van a llevar a pasar tiempo a solas, fuera de la pareja, algo absolutamente necesario tanto a nivel de dos como individual.
La experta potencia la importancia de estas diferenciaciones entre personas. "Ser diferentes es positivo, necesario y recomendable. Si lo que queremos es estar cerca, si lo que buscamos es gustar al otro, seamos nosotros mismos, es mucho más interesante" recomienda ella. Sin embargo, también recuerda que "sí es necesario que haya similitud en ideales de vida, ya que ello va a determinar los planes a largo plazo de la pareja y cosas tan relevantes como dónde vivir, cómo gestionar la economía, etc."
¿Cómo evitar caer en la tentación mimética? Si crees que podrías estar haciéndolo, muchas terapias están de acuerdo en la eficacia de un mismo ejercicio de reflexión. "Pregúntate a ti mismo: si tu pareja no estuviera en tu vida, ¿querrías hacer o pensar esto? Si la respuesta es sí, estás siendo fiel a ti misma".
Fotos | Gtres, Youtube, Unsplash.
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