¿Has llorado alguna vez después del sexo? No es algo tan extraño. Según la sexóloga Mamen Jimenez cuando practicamos sexo acumulamos energía, tanto física como emocional, que necesita brotar de alguna manera tras activarse de forma liberadora con el orgasmo.
Nuestro organismo puede darle salida a estas emociones tan intensas llorando. No significa que el encuentro sexual ha sido terrible y llores por no haber disfrutado nada. Puedes haber tenido la mejor relación sexual de tu vida y aún así, llorar tras un orgasmo espectacular.
Qué es la disforia postcoital
Pero si no son solo lágrimas y después del sexo sentimos una inexplicable sensación de tristeza, melancolía, vergüenza o ansiedad tal vez estemos enfrentándonos a la disforia postcoital (DPC), un síndrome que sufren algunas personas y que se muestra después de mantener relaciones sexuales, tanto en mujeres como en hombres.
Según este estudio de la Universidad Tecnológica de Queensland publicado en el Journal of Sex & Marital Therapy el 41% de los hombres encuestados afirmó haber experimentado DPC al menos una vez en su vida, el 20% en el último mes y entre el 3% y el 4% de manera regular. En el caso de las mujeres, hasta el 10% de ellas lo sufren de forma habitual según un estudio publicado en la revista en International Journal of Sex Health.
Por qué puedo estar triste después del sexo
A nivel fisiológico lo que ocurre en el cuerpo es que la amígdala, una zona del cerebro encargada del miedo, la ansiedad o la regulación de emociones, “relaja” su actividad durante el sexo. Una vez llegamos al clímax, es como si la amígdala se reseteara y pasaramos de 0 a 100 en un segundo. Todo lo que había estado dormido, se despierta de golpe.
Este fenómeno puede darse de forma puntual por ejemplo por estrés o ansiedad, o producirse de manera continuada, y aunque la sensación de tristeza no suele prolongarse más de media hora, es posible que dure días.
La culpabilidad por el sexo, una actitud negativa hacia la sexualidad o incluso las expectativas poco realistas sobre el acto en sí pueden ser algunas de las causas.
Esta tristeza tiene que ver, según los expertos, con la mezcla de muchos factores como las hormonas, la excitación, el contexto en el momento del encuentro y hasta la propia personalidad de la persona, por eso hay personas que pueden sentirse tristes después del sexo y otras no.
Y aunque llorar no siempre es algo malo y puede pasarnos de forma puntual que nos sintamos así después de una relación sexual, existe la posibilidad de que esta sensación sea una consecuencia de un problema previo y que se deba a algo más.
Según el estudio del que hablábamos antes, la disforia postcoital puede estar relacionada con un profundo malestar psicológico o con algunas disfunciones sexuales. Si es algo que te pasa de forma continuada y llevas tiempo sufriéndolo, podría indicar que algún problema latente que es mejor tratar con el profesional adecuado.
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