Los frutos secos han ganado cada vez más protagonismo en nuestras dietas y es que se considera una de las mejores formas de aportar grasas saludables a nuestra alimentación entre otros muchos beneficios. Estas grasas influyen de forma positiva en los lípidos y ayudan también a controlar los niveles de colesterol.
Son ricos en minerales como el potasio, el magnesio, el calcio o el fósforo y además contienen oligoelementos como el selenio o el zinc. Asimismo, también tienen un alto contenido en fibra por lo que se recomienda en personas con estreñimiento.
Propiedades nutricionales de los frutos secos
Aunque se recomienda su consumo a todas las edades, antes de los cinco años siempre triturados por su alto riesgo de atragantamiento en niños, para los adultos mayores son de gran importancia para su nutrición; y es que pueden prevenir enfermedades y retrasar el envejecimiento celular.
Por un lado, cuidan de la salud del corazón, gracias a su alto contenido en potasio y bajo en sodio, lo que se convierte en la combinación ideal para mantener los niveles de presión arterial estables. Su contenido en omega-3 permite regular el colesterol en sangre, protegen los huesos y los músculos gracias a su alto contenido en minerales previniendo, por tanto, la osteoporosis. Sus propiedades antinflamatorias también son perfectas para favorecer la salud de las articulaciones y combatir enfermedades como la artritis reumatoide. También son muy beneficiosos para la piel y el cabello por sus niveles de proteínas y vitamina E.
Son también poderosos antioxidantes lo que permite el retraso del envejecimiento celular y previenen el daño de los radicales libres.
Los pistachos y sus propiedades a partir de los 50 años
Los pistachos tienen una gran cantidad de hierro, incluso más que las lentejas, y ayudan a mantener los niveles de hemoglobina controlados gracias a su alto contenido en ácidos grasos esenciales como el omega-3 y el omega-6.
El 28% de su contenido son hidratos de carbono lo que proporciona energía y estos son absorbidos por el cuerpo de forma gradual, por lo que nuestro organismo aprovecha durante más tiempo esa energía. Esto lo convierte en un snack muy saludable para comer entre horas ya que favorece el control de peso y síndrome metabólico.
Su contenido en vitamina E los hace ricos en antioxidantes y, ojo al dato, porque, una dosis de 30 gramos de estos frutos secos contiene más antioxidantes que una taza de té verde.
Además, tiene propiedades antiinflamatorias y previene enfermedades degenerativas y crónicas como el cáncer y la diabetes. Su alto contenido en fitoesteroles y grasas saludables ayudan a prevenir los infartos y complicaciones cardiovasculares y también regula la tensión. Eso sí, los expertos no lo recomiendan en personas hipertensas o que tengan retención de líquidos ya que tiene alto contenido en sodio. Asimismo, los pistachos son perfectos sobre todo a edades avanzadas porque favorecen el sistema nervioso y la memoria gracias a su contenido en fósforo y el magnesio, fundamentales para la salud del cerebro. Si todavía no lo has incluido en tu dieta y tienes más de 60 años, a no se que esté contraindicado por tu médico, puedes comenzar a introducirlo ya.
Fotos | Joanna Kosinska Pratik Bachhav Rachael Gorjestani Unsplash
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