Los hábitos más sencillos practicados de forma regular pueden ayudarnos a mejorar la memoria. Quizás te ha pasado que vas a una habitación de tu casa y te olvidas de para qué fuiste allí, no recuerdas dónde pusiste tu teléfono o cómo se llamaba ese compañero de trabajo con el que coincidiste hace años...
¿Por qué estos episodios nos pasan a todos? Según el neurocientífico Charan Ranganath, director del Programa de Memoria y Plasticidad, profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de California en Davis, y autor del libro "Why We Remember?" (Doubleday, 2024) es la combinación de distintos factores lo que nos permite retener cierta información y filtrar el resto. "Olvidar es la condición humana universal", según recoge este artículo en palabras de Ranganath.
En su libro, el profesor explica que la memoria “es una fuerza altamente transformadora que moldea cómo experimentamos el mundo de maneras a menudo invisibles y, a veces, destructivas. Saber esto puede ayudarnos con tareas cotidianas de recuerdo, como encontrar nuestras llaves, y con el desafío de la pérdida de memoria a medida que envejecemos. Además, cuando trabajamos con la capacidad del cerebro para aprender y reinterpretar eventos pasados, podemos sanar traumas, deshacernos de nuestros prejuicios, aprender más rápido y crecer en autoconciencia”.
Hay un equilibrio entre la gran cantidad de información a la que estamos expuestos y la relevancia y la calidad que tiene esa información para nosotros. Mejorar la memoria no se trata de estar obligados a retener cada pequeña experiencia, explica. “Se enfoca más en captar lo que es importante y realmente importa”. En ese contexto, hay varias cosas que podemos hacer para mejorar nuestra memoria y retener mejor lo que necesitamos.
1. Usar tu experiencia como filtro
Los humanos solo podemos retener alrededor de tres o cuatro piezas de información a la vez. Una forma de optimizar esa limitación es agrupar la información en “trozos” más fáciles de recordar. Por ejemplo, agrupamos los números de teléfono en secuencias de tres-tres-cuatro en lugar de recordar siete dígitos, o usamos acrónimos para recordar varias piezas de información.
Ranganath explica que cuando eres experto en un área, has memorizado mucha información, lo que te permite filtrar rápidamente nueva información y agrupar segmentos manejables para recordarlos más fácilmente.
2. Mantenerse enfocado
Para captar esas nuevas piezas de información, necesitas concentrarte. El multitasking, o realizar varias tareas a la vez, no es algo en lo que los humanos seamos buenos. Cada vez que cambias de enfoque, hay un “coste por cambiar”, lo que significa que estamos mentalmente rezagados cada vez que cambiamos de una cosa a otra. Es mejor concentrarse en una sola tarea para retener la información de manera más eficiente.
3. Configurar tu entorno para el éxito
Tu entorno incluye desde tu espacio físico hasta cómo recibes notificaciones. Tomarte el tiempo para eliminar “bloqueadores de memoria”, como distracciones en tu espacio de trabajo o notificaciones innecesarias, te ayudará a recordar mejor lo que es importante.
4. Usar tus sentidos
La información sensorial como los olores, los sonidos o la vista, también ayuda a crear recuerdos duraderos. Por ejemplo, al tratar de recordar dónde dejaste las llaves, trata de evocar la información sensorial del momento en que las dejaste. Los sentidos pueden actuar como una especie de marcador mental que hace que los recuerdos sean más fáciles de recuperar.
Ranganath también señala que hacer pausas y reflexionar sobre la información que has recibido refuerza la memoria. Además de que un buen descanso es fundamental para que los recuerdos se consoliden.
Fotos | de Pexels
Tima Miroshnichenko
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