Anabel Palomares
EditorMucho hablamos de técnicas para aumentar la productividad y de trucos para reducir nuestra lista de tareas pendientes, como la muy conocida “regla de los dos minutos”, pero poco se comenta que el miedo es uno de los grandes impedimentos en lo que a ser efectivos se refiere. Por ejemplo, el miedo a no ser suficientemente buenas en nuestro trabajo que puede conducir a una dismorfia de la productividad. Con el miedo a cometer errores en el trabajo nos podría pasar algo parecido, porque une el miedo al juicio social y también el miedo a no ser suficiente.
Hace mucho tiempo que sufro un miedo irracional a cometer errores que me hagan perder el perder el trabajo de mis sueños. Eso me conduce a un perfeccionismo insano que daña mi autoestima, mi productividad y que interfiere en mi felicidad. Sé que los errores son parte de la condición humana y que de hecho cometerlos es una estupenda forma de aprender. Pero no siempre es fácil desprenderse de ese miedo paralizante que no impide hacer cosas nuevas o tomar más riesgos ene l trabajo. La psicóloga Carol Dweck afirmaba en el programa Aprendemos Juntos 2030 “no temas equivocarte, nunca es tarde para aprender”. Sin embargo, puede que tú también tengas miedo a cometer errores y que llegues incluso a sufrir atiquifobia.
La atiquifobia y cómo superarla
Los expertos en psicología de Therapyside nos explican que la atiquifobia o miedo al fracaso, “es una condición psicológica que se manifiesta como un temor intenso, irracional y persistente ante situaciones que puedan suponer un fracaso para la persona”. Ese miedo irracional puede provocar una ansiedad intensa, una autocrítica continua, baja autoestima y hasta procrastinación. Y sí, reduce tu productividad.
Como explica la psicóloga Silvia Merino Vicente, el miedo a equivocarse tiene sus raíces en factores evolutivos, desarrollado como un mecanismo de defensa contra posibles amenazas o consecuencias negativas, y psicológicos porque “el miedo a cometer errores puede estar relacionado con el temor al juicio social, el perfeccionismo y la autoexigencia”. Ese perfeccionismo, afecta a nuestra salud mental y aumenta el riesgo de padecer burnout, insatisfacción laboral y depresión.
Aprender a lidiar con los errores en el trabajo, es clave para evitar que ese miedo a cometerlos te impida asumir riesgos o enfrentarte a nuevos desafíos. Lo primero será entender que cometer errores es algo normal y que, en la mayoría de ocasiones, esos errores no son tan importantes como creíamos en un principio. Asumirlos y hacernos responsables de ellos, es clave para corregirlos y aprender. Y por si quieres saberlo, equivocarte no te hace parecer más tonto. Piensa en Albert Einstein, que decía que “una persona que nunca cometió un error nunca intentó nada nuevo”.
Perder el miedo a equivocarnos no es un trabajo de un solo día. Es un proceso lento, y puede que necesitemos ayuda psicológica para hacerlo, pero existen algunas estrategias de psicología positiva que pueden ayudarnos, como crear un “diario de éxitos”, usar afirmaciones positivas, tener un diario de gratitud o visualizar el éxito, una práctica que puede aumentar tu confianza y capacidad para manejar situaciones complicadas.
Es necesario también que tus metas sean realistas y que comiences a trabajar en tu resiliencia, para lo que puedes probar lo que es conocido como la "micro-valentía", que es hacer diariamente algo que te saque de tu zona de confort. “Puede ser dar tu opinión en una reunión, probar un restaurante nuevo o hablar con un desconocido. Con el tiempo, estas pequeñas acciones construirán tu resiliencia frente al miedo al fracaso”, explican en Therapyside. Y es que el coraje, como explicaba el Doctor Shahram Heshmat, no se trata de no tener miedo, es la capacidad de ejercer control sobre nuestra vida y que eso te permita superar las limitaciones personales como el miedo.
Qué hacer si he cometido un error en el trabajo
Si cometes un error, respira. Es lo primero y más importante. Lo que conseguimos al respirar es que todas esas emociones desagradables que nos invaden (vergüenza, incomodidad, frustración, ansiedad), no tomen los mandos. Tómate un minuto y piensa en lo que sientes, y asumir los errores no es fácil, aprender a admitirlos resulta indispensable, no solo para crecer, sino para mantener una buena relación en tu entorno laboral.
Clara Delgado, psicóloga y psicoterapeuta, nos contaba que "no importa la experiencia que tengamos porque siempre existirá un margen de error que no podremos controlar”. Es decir, debemos entender que la perfección no existe. Cuando admitimos que nos hemos equivocado nos mostramos vulnerables, pero también demostramos que tenemos la suficiente fortaleza mental como para ser objetivos con nuestro propio trabajo.
Reconocer tu error y pensar en soluciones para arreglarlo o evitar que se repita en el futuro es el siguiente paso, así como ser comprensiva contigo misma. Cometer un error puede ser emocionalmente complicado, por eso es importante que trabajes la comprensión y tengas una autoconversación que se aleje de la crítica y te permita poner la situación en perspectiva. Es posible que al cometer un error caigamos en patrones de pensamiento negativos que nos dificulten ver las cosas en perspectiva y analizar la situación desde un punto de vista objetivo.
Y recuerda, ni tus fracasos ni tus errores te definen. Son solo una parte de la vida con la que debemos aprender a convivir.
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