Si los ojos son los espejos del alma, la piel de tus párpados y contorno es sin duda el marco. Tus ojos quitan y dan años, hablan de horas de preocupación y cansancio o de paz y vitalidad, pero siempre dicen algo.
Sonreír no es sólo un derecho, sino una necesidad. Como te venimos contando; la risa, tus endorfinas, son el mayor arma contra la edad. No merece la pena cuidar la piel si no puedes reírte sin preocuparte, por eso vamos a hacer un repaso de toda la información que te ayudará a tener una mirada joven: para que rías más y mejor para siempre.
¿Por qué esta zona es tan importante?
Los ojos son la parte del rostro que capta toda la atención y por ello son uno de los principales indicadores de la edad.
Por si fuera poco, es una de las zonas que más sufre el paso de los años al estar a merced de los músculos retractores, orbiculares y faciales las 24 horas del día. El hecho de que además sea la piel más fina de todo el cuerpo tampoco ayuda, ya que la hace estar más desprotegida frente al envejecimiento.
Tenemos que destacar las pequeñas pero importantes diferencias entre la piel del párpado superior y el contorno inferior del ojo; ya que en la superior sí existe una producción de sudor y grasa que colaboran en su mantenimiento, mientras en el inferior se da en menor medida. Por lo que tratar la piel del contorno merece mayor importancia.
El envejecimiento de los ojos según tu anatomía
Antes que nada, vamos a hacer un pequeño repaso a la anatomía de tus ojos, ya que no todos son iguales ni envejecen del mismo modo:
- Almendrados: el modelo de estructura clásico. Son amplios, pero no en exceso. En completo equilibrio con el resto del rostro.
- Juntos: iguales que los anteriores, pero más aproximados entre sí.
- Separados: los opuestos a estilo “ojos juntos o estrechos”, dando la ilusión óptica de ser más pequeños al estar más separados.
- Hundidos: similar a los almendrados, pero con la característica de que parecen proyectarse hacia dentro en el centro y hacia fuera en los extremos, viéndose el párpado más ancho en los lados.
- Prominentes: habitualmente conocidos como “ojos saltones”. Son unos ojos visualmente más grandes en proporción con el rostro ya que se proyectan hacia delante.
- Caídos: el párpado parece caer sobre el ojo, haciéndolo parecer también más pequeño por dar la ilusión de estar proyectado hacia dentro.
- Rasgados: entre los que englobamos los ojos asiáticos. Es un ojo que vemos visualmente más pequeño en proporción con el rostro, por parecer que están proyectados hacia dentro y hacia arriba en los extremos. No observamos tampoco los pliegues del párpado a simple vista.
- Pequeños: los cuáles simplemente tienen una proporción más pequeña respecto al rostro.
Los ojos hundidos, prominentes y caídos tienen desventaja a la hora de mantener firme la piel del párpado. Los almendrados y estrechos están entre los más favorecidos. Por lo general, los ojos pequeños y rasgados no parecen envejecer al mismo ritmo por cuestiones ópticas, y es que apenas visualizamos párpado.
Por supuesto, si una persona es muy expresiva, la piel del párpado presentará antes las famosas líneas de expresión y arrugas. Otro factor que puede afectar mucho en este sentido es el estrés, ya que genera mayor tensión en los músculos faciales y también está relacionado con peor conciliación del sueño y menor eficacia en la microcirculación en la zona de la ojera. Todo suma o resta y todo cuenta.
Cómo es la piel del contorno de los ojos
Esta piel es una de las más especiales que podrás encontrar en tu cuerpo, por ser la de menor grosor y ser más susceptible frente agresiones y al paso de los años. Su espesor va de las 300 a las 800 micras y en su epidermis encontramos de 18 a 20 capas de células, muy inferior al resto. Además hay menor proporción de glándulas sudoríparas y sebáceas.
Todo esto la hace más propensa a perder colágeno, ácido hialurónico y elastina, deteriorándose con mayor facilidad y produciendo de forma inevitable la aparición de arrugas y flacidez.
Las primeras arrugas son consecuencia de que es una zona en continuo movimiento, al parpadear, mirar, gesticular o reír. Podemos llegar a pestañear en torno a las 20.000 veces al día, además de gesticular con músculos muy próximos; como ocurre al enfocar la vista, reír o mover las cejas.
La suma de esas acciones constantes que realizan los músculos es la responsable de los primeros signos de la edad que podemos visualizar en la piel del contorno, como son las llamadas “patas de gallo” en los lados externos de los ojos.
Otro dato importante es que la microcirculación linfática y sanguínea tienen un papel clave en su apariencia; por lo que si esta vascularización es deficiente presentará signos que suman años como son las bolsas o la famosa coloración violácea que conocemos como “ojeras”.
Además, al ser la piel más frágil del cuerpo, tiende a ser especialmente débil frente a las agresiones, en lo que el sol tiene un papel crucial. El sol y el clima pueden provocar una falta de hidratación y/o lesiones al ser una piel tan fina y desprotegida, por lo que nutrir y aportar un filtro solar a esta zona es también muy importante.
Todo esto la convierte en una piel que debe cobrar total protagonismo en una correcta rutina facial.
Escoger el tratamiento adecuado y utilizarlo correctamente
En primer lugar, todo cosmético que sea aplicado en esta piel tan delicada, debe cumplir las características de ser muy respetuoso a la vez que efectivo; debe tratar la zona sin sobrecargarla, con una textura apta para ello, y estar formulado de modo que no produzca reacciones. Lo aconsejable es utilizar estos productos a partir de los 25 años.
El modo de utilizar estos tratamientos es diferente al resto de los cosméticos que integran el cuidado facial. En primer lugar debemos desmaquillar siempre la zona, usando un producto limpiador que te recomendamos que sea específico para este fin y preferentemente de base oleosa. Nunca olvides que retirar el maquillaje es un paso básico en toda rutina facial.
A continuación tendremos que retirar el resto de producto con agua templada y la ayuda de un algodón o una toalla muy suave que sea apta para esta zona. Una vez seca, prepararemos la piel con Ultimune Eye y pasaremos al uso de la crema escogida.
Todo tratamiento para el contorno de los ojos debe aplicarse a suaves toques de dentro hacia fuera con el dedo anular, siempre por encima del hueso del contorno y nunca encima del párpado en sí.
Cada ojera requiere de una ayuda concreta, según cuál sea la necesidad o el problema que presente. Te esbozamos una guía básica para escoger el tratamiento adecuado:
- Prevención: para tratar y prevenir la zona a partir de los 25, se recomienda siempre optar por cuidar de la zona manteniendo sus niveles óptimos de hidratación. Para ello el Eye Correcting Cream de la línea Ibuki será un perfecto aliado.
- Ojeras: se deben a una mala microcirculación y a la propia estructura del ojo. Una opción perfecta para resolver este problema es el Anti Dark Circles Eye Cream.
- Deshidratación y falta de luminosidad: la falta de hidratación en la parte del contorno puede dar lugar a una falta de vitalidad en la zona, así como a la formación de líneas de expresión. Un tratamiento ideal para combatirlo es el Glow Revival Eye Treatmet.
- Primeras líneas de expresión: los primeros signos de la edad deben tratarse desde su comienzo para ralentizar su progreso. El Super Corrective Eye Cream sería la elección adecuada, sobre todo tras los 30 años.
- Arrugas y flacidez: si además visualizamos la aparición de arrugas profundas y una falta de nutrición en la zona, el tratamiento deberá ser más intenso. En este caso el tratamiento adecuado sería el Concentrated Anti wrinkle Eye Cream.
Ultimune Eye cuida de tu mirada
El valor de un correcto cuidado de la zona del contorno es incalculable. La piel es un órgano en constante evolución y sólo mediante la prevención y el cuidado diario puedes conseguir que tu piel no aparente una edad que no le corresponde.
Ultimune Eye fusiona las últimas investigaciones de los laboratorios Shiseido en un sólo serum que activa tu piel día y noche gracias a la presencia de ImuMoisture ExtractTM, que potencia el efecto de las células de Langerhans y combate así todos los mecanismos que desencadenan los signos de la edad.
Refuerza el Poder Multi-Defensa de la piel del contorno de ojos, para resistir, proteger, regenerar y fortalecer cuando está expuesta a cualquier tipo de daño. La piel es capaz de auto restaurar su belleza por sí misma incluso cuando está expuesta a cualquier tipo de daño.
Está orientado a todas las pieles y sexos, presentando además un formato tan atractivo como práctico, enfundado en un envase rojo que te resultará muy fácil de usar.
Su modo de uso es muy sencillo, tan sólo con dos pulsaciones en la yema de los dedos deberás extenderlo a presiones muy ligeras en el párpado superior y el contorno. Recuerda que a diferencia de las cremas de contorno, Ultimune Eye está pensado para ser aplicado también en los párpados.
Para una experiencia más completa y una mayor eficacia, te aconsejamos realizar un ligero masaje con el que reactivar la circulación sanguínea y linfática, lo que ayudará a descongestionar los párpados y absorber mejor los principios activos.
Una vez lo extiendas suavemente, notarás cómo su textura es tan ligera que se absorberá rápido, permitiendo que pases en breves segundos a la aplicación de tu tratamiento específico para el contorno.
No sólo será una experiencia agradable, sino que con cada uso fortalecerás esta fina piel ayudándola frente a las agresiones y el paso del tiempo. Los años de tu mirada dejarán de ser motivo de preocupación.
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