¿Es cierto que los jóvenes no tenemos ganas de trabajar? Upeka pone las cartas sobre la mesa y desmiente este bulo

Siempre se ha juzgado a nuestra generación de falta de esfuerzo pero no es tan como lo pintan 

Brooke Cagle Uhvrvdr7pg Unsplash
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Si comparamos el S-XX con el S.XXI han cambiado muchísimas cosas tanto en avances de medicina, tecnología, educación como todo un relevo generacional que ya no vive de la misma forma que sus antepasados. Estamos en una etapa donde siempre se juzga por tener la piel demasiado fina, tanto que han creado el término generación de cristal para burlarse de los jóvenes.

Esta semana Upeka ha tocado todos los palos respecto al estrés laboral y todo lo que ello conlleva y ha salido un tema bastante interesante que podemos remarcar. Bajo el punto de vista de Anita Farma, respecto al trabajo, ve que la mayoría de personas de edad entre los 18 y 30 años no tiene esfuerzo ni compromiso en su puesto de trabajo y es algo que sin duda Celia Castle ha contradicho. La benjamina de las colaboradoras piensa que realmente el motivo es la falta de vocación puesto que hoy en día es complicado trabajar en lo que amas y cuando se trata de realizar otras tareas, se realiza lo realmente demandado en contrato sin una pasión que otros puedan tener.

Si pensamos en nuestros padres y abuelos, seguro que ellos cuando comenzaron a trabajar hicieron miles de horas extras no pagadas con tal que contentar a sus jefes pero esto realmente es un abuso que nuestra generación ha parado por completo. La juventud está mucho más concienciada con los derechos laborales y eso parece que escuece en las personas más mayores que siempre argumentan tener más sabiduría que ellos a causa de la experiencia.

No sería falta de esfuerzo o ganas ya que cuando trabajamos de lo que nos hemos formado o nos encanta, siempre damos el 100% pero esto es complicado y muchos son los que les cuesta encontrar una profesión adecuada. Además, la frustración siempre llega ya que en muchas empresas a pesar de entregar todo tu empeño, muchas veces no se ve ni valorado ni con frutos obtenidos que hace que nuestro interés se caiga por completo. Todo esto además va influenciado por el alto coste que tiene independizarse, los altos niveles académicos que se exigen para cualquier profesión y que somos la primera generación en la historia que va a vivir peor que sus padres.

Sin duda hay que acabar con el mito de que las nuevas generaciones no se esfuerzan. Y tú, ¿Qué opinas?

Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Brooke Cagle en Unsplash  

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