Me gusta muchísimo viajar por España y descubrir rincones infravalorados mágicos. En una de mis últimas escapadas al norte quedé obsesionada con un pueblito marinero y medieval donde parece que el tiempo se detiene al completo. Hablo de Lastres, que mantiene todo su encanto intacto y es uno de los pueblos más lindos de Asturias.
Casitas blancas encaladas, balcones de madera y callejuelas empinadas que dirigen al puerto, en una bahía donde ocurre la magia: el mar Cantábrico se fusiona con el verdor espeso asturiano con una villa pesquera como eje central. Parece de postal y casi nadie lo sabe, porque todos los turistas se van a Cudillero. En su momento se hizo famoso por la serie 'Doctor Mateo', pero ahora ha vuelto a quedar vacío.
El dueño del hotel en el que me quedaba me dijo que para descubrir Lastres hay que dejarse llevar y perderse por sus calles empedradas, porque no tiene un monumento en particular, toda la localidad es especial. Razón no le faltaba, es un privilegio fluir por sus cuestas imposibles mientras respiras el olor a mar.
Uno de mis descubrimientos favoritos fue el mirador de San Roque en lo más alto de la villa, porque permite descubrir todo el casco histórico desde los tejados, con el océano como telón de fondo. A su lado está la Ermita de San Roque, del siglo XVII y cuyo santo está acompañado de su mascota, el famoso perro de San Roque.
Otro mirador en lo alto es el de la Capilla del Buen Suceso, un templo del siglo XVI encajonado entre callejuelas, al que se llega siguiendo un antiguo sendero de pescadores. Se llama las Escaleras de la Fragua y van desde la propia Playa de El Escanu (la del pueblo) hasta la iglesia.
También me gustó mucho la Torre del Reloj del siglo XV, con sus más de 10 metros de altura y con un reloj inglés coronándolo todo. De allí salen unas escaleras hasta la Calle Real, llenita de fachadas de colores, balcones floridos y palacetes barrocos, como la Casa de los Robledo o la Casona de la Familia Victorero.
Sin embargo, lo más especial de todo Lastres es su puerto. Es el corazón de la villa, lleno de embarcaciones antiguas traqueteando en la orilla y el mejor bar de toda la localidad. Se llama Bar El Puerto y allí comí las mejores almejas a la marinera de mi vida. Por supuesto, con una sidriña, esto es casi obligatorio.
Fotos | Turismo Asturias, Los Pueblos Más Bonitos de España, Wikipedia Commons.
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