A la Semana de la Moda de Nueva York siempre se le acusa de ser demasiado comercial, de pensar en vender más que en innovar, en arriesgar y en marcar tendencias. Pues bien, hoy tenemos las pruebas de que muchos diseñadores se dedican a repetir propuestas de otras temporadas de diseñadores que presentaron sus propuestas en Paris y Milan.
Una vez que la calle ya ha asimilado la nueva tendencia, que hemos visto llevarla a los trendsetters que primero adoptan todas las propuestas innovadoras, Nueva York engulle la nueva tendencia, la mastica y la devuelve a la pasarela más apta para todos los públicos, más fácil de vender.
Incluso el enfant terrible de Nueva York, al que todos admiran, que siempre nos aparece rompedor y con alguna locura nueva, incluso Marc Jacobs, repite propuestas de otros diseñadores como Lanvin o Calvin Klein.
Pero no es el único, hoy os mostramos cómo en el desfile de Lela Rose volvemos a ver el conjunto de top, falda y collar geométrico de Marni, y cómo se repite el vestido de volantes de Victor & Rolf (la única diferencia es el escote asimétrico, pero eso ya lo hizo Lanvin antes). Max Azria también copia por partida doble: el cinturón-corsé estilo dominatrix de Dolce & Gabbana que vimos llevar a Beyoncé o Naomi Campbell, pero quitándole el antifaz y el tejido brillante y el abrigo peluche de Prada. Otros que han sido copiados: el estilo dandy con sombrero de Giambattista Vally de este invierno lo volveremos a ver en la calle y en las tiendas gracias a Rock & Republic.
Ésta es sólo una primera parte, próximamente seguiremos desenmascarando a los diseñadores poco creativos.