Nos viene que ni al pelo que las celebrities vayan de boda ahora que estamos llevando a cabo un especial novias. Kate Moss ha sido la primera en prestarnos su apoyo sin querer y brindarnos un fantástico y acertadísimo look de invitada en la boda de su buena amiga, Leah Wood.
Si ayer hablaba de los vestidos de inspiración vintage para novias, hoy Kate demuestra que lo retro no solamente es tendencia para aquellas que contraen matrimonio, sino que es una apuesta segura para las invitadas.
Con un sencillísimo gown largo en color champán firmado por Chanel, un mantón en terciopelo azul con sabor a anticuario, unos largos pendientes de fantasía, y un clutch de pedrería, parecía una refinada starlette de cabaret en su día de fiesta.
La novia, hija de uno de los componentes de los Rolling Stones, Ronnie Wood, y cantante como él, además de modelo, lucía también una espectacular creación de inspiración retro, cerrado hasta el cuello, con manga farol, totalmente drapeado alrededor del busto y con incrustaciones realizadas con turquesas. El ramillete, que incluía lilas, era precioso!
Si Kate elegía un atuendo acorde con el estilo romántico de la contrayente y de la boda en general, Alice Dellal, ex de Andrea Casiraghi y cuñada de Carlota, nos proporcionaba el estilismo que nunca, repito, nunca se debe llevar al un enlace matrimonial: el que llevarías en un día normal. Sobre todo si tu uniforme diario tampoco es que sea de lo más apropiado…
Estoy de acuerdo en que no hay que disfrazarse, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad, tienes que adaptar tu propio estilo a una ocasión especial, sin ponerte años encima, ni kilos de tela y complementos innecesarios y absolutamente ridiculizantes y de más, pero ni tanto, ni tan calvo, tampoco hay que pasarse de “natural”, por mucho que la que se case sea una hija del rock’n’roll.
Me gusta mucho Dellal porque pasa de todo y tiene un estilo inclasificable que no le verás a nadie más, pero ella, más que nadie, debería saber que hay ciertas reglas de protocolo y normas no escritas de clase, que no se las puede una saltar, ya no por lo que digan los demás, sino por respeto a los que se van a casar.
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Vía | marieclaire
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