Arriesgar con un estilo lencero para una noche tan importante como la de los Premios Goya es un error imperdonable. No es la noche de estar sexy, sino de estar elegante, y si ya puedes estar las dos cosas a la vez, perfecto, pero no es el caso de Natalia de Molina, vestida de Stella McCartney con un color rosa palo, detalles de encaje y flores. La primavera se siente en la alfombra roja de los Premios Goya.
El color del vestido no destaca absolutamente nada sobre la piel blanca de Natalia de Molina. El look queda deslavazado y hasta un pelín vulgar pese a que termina con una larga cola. Quiso recordar el glamour del Hollywwod de los años 40, pero fracasó.
Fotos | Gtres
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