El nombre de Donald Trump se repite cada vez más a menudo en ese ruido de fondo que son las noticias de actualidad. De vez en cuando escuchamos una frase ridícula de su boca o un comentario preocupado sobre su liderazgo en la lucha por la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos.
¿Pero qué político no ha dicho algo ridículo a lo largo de su carrera? Hemos escuchado de todo: los hilillos de plastilina de Rajoy, las peras y las manzanas de Ana Botella, el “precioso abrigo” de Pablo Iglesias...
Sin embargo, si profundizamos un poco en el personaje, vemos que no son pequeños deslices de vez en cuando. Lo ridículo no es parte del personaje, ES el personaje.
Como prueba, hemos recopilado algunas de estas frases que dijo sobre mujeres:
- En un tuit que luego borró decía que si Hillary Clinton no era capaz de satisfacer a su marido, cómo iba a satisfacer a su país. Pero de poco sirve borrar los tuits cuando existen las capturas de pantalla.
- Sobre las mujeres que participaban en su programa de televisión “The Apprentice” dijo que todas flirteaban con él, de manera consciente o inconsciente y que era de esperar. Su convicción de que es irresistible para las mujeres recuerda a la de los niños que creen firmemente que son Superman.
En una entrevista publicada en Esquire en 1991 decía que da igual lo que se escribe de ti mientras tienes al lado “un culo joven y bonito”. Supongo que es la parte que más valora de una mujer.
Hablando de Ivanka Trump, dijo que si no fuera su hija, probablemente estaría saliendo con ella. ¡Esto es un padre orgulloso!
- De Cher, que no es precisamente una fan suya, a pesar de su increíble atractivo para las mujeres, dijo que es una artista mediocre que ha perdido la conexión con la realidad: “Está sola, es infeliz, se siente desgraciada.”
- De Arianna Huffington dijo que es comprensible que su marido la haya dejado por un hombre, porque “es fea por fuera y por dentro”.
.@ariannahuff is unattractive both inside and out. I fully understand why her former husband left her for a man- he made a good decision.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de agosto de 2012
- En general, en la mente de Trump el argumento definitivo en un debate con una mujer es decir que es fea. Lo ha dicho de Rosie O’Donnell y Bette Midler. El caso de Bette Midler es muy ilustrativo, porque dijo literalmente “Es una mujer nada atractiva, pero me niego a decirlo en público porque quiero ser políticamente correcto”. Si lo dijera un niño de 10 años, sería comprensible. Que lo diga un hombre adulto puede significar 2 cosas: es muy, muy retorcido o es muy, muy poco inteligente.
While @BetteMidler is an extremely unattractive woman, I refuse to say that because I always insist on being politically correct.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de octubre de 2012
La existencia de una figura como Donald Trump no es preocupante en si. Si no pensáramos que es rico (porque hay indicios de que su fortuna no es ni de lejos la que él dice tener), no le haríamos mucho caso. Sería otro excéntrico más con poca educación y nulo autocontrol que entretiene a los amigos del bar con las barbaridades que dice.
Lo preocupante es que haya miles y miles de personas en Estados Unidos que se sienten atraídos por su discurso y se ven reflejados en él. Son todas esas personas que piensan lo mismo que Trump, pero por su situación o su mayor capacidad de controlarse en público no se atreven a decirlas.
El problema no es que haya un hombre que no ama a las mujeres, es que hay muchos hombres que no las aman. Lo bueno es que ahora vemos quiénes son.
Foto | Instagram
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