“Adelgaza 5 kilos en una semana”. Es habitual leer este tipo de cosas (más aún en la era de Internet) si buscamos una dieta para adelgazar, pero suele estar acompañado de dietas estrictas que no queda claro si son o no saludables.
Las dietas estrictas, que limitan la ingesta de alimentos o cuentan con un menú preestablecido del que no podemos salirnos, pueden conseguir que reduzcamos el peso en poco tiempo, pero no son tan buenas como pueda parecer según los expertos.
Los peligros de las dietas estrictas
Las dietas estrictas prometen una gran pérdida de peso en poco tiempo, como la dieta de los días alternos de la que nos hablan en Vitónica o la dieta del metabolismo acelerado. Pueden facilitar la adherencia según los expertos porque comienzas a bajar peso rápidamente, y al ser planes de comidas ya establecidos no tenemos que pensar en qué comemos porque la dieta nos lo dice, pero no es oro todo lo que reluce.
Si queremos adelgazar de una forma saludable en Vitónica nos recomiendan que lo que cambiemos sean los hábitos alimenticios y sigamos no una “dieta” sino una alimentación saludable porque la pérdida de peso será una consecuencia final de este tipo de alimentación.
Con las llamadas dietas milagro perdemos peso pero los expertos nos advierten de que “el problema es a costa de qué se consigue, la duración que tiene esa pérdida de peso y los efectos a corto y largo plazo”.
Un descontrol de peso
El dietista y nutricionista Juan Revenga explicaba que “cuántos más periodos de dieta hace la gente, más engorda”, porque si centramos nuestra alimentación en una cultura de dieta lo que conseguimos a medio y largo plazo es un descontrol nutricional y dietético en el que en ciertos momentos del año nos castigamos con dietas muy restrictivas para perder peso que luego ganamos cuando la dieta finaliza.
De hecho una dieta estricta puede reducir las señales de saciedad y el gasto de calorías diario según una investigación de la revista Obesity, por lo que al terminar la dieta provocaremos el llamado efecto rebote que consigue que ganemos el peso que habíamos perdido casi con la misma velocidad con la que lo perdimos.
Si no cambiamos nuestros hábitos y adoptamos un estilo de vida saludable con una buena alimentación y ejercicio físico, estamos condenadas a subir y bajar de peso continuamente. A nivel práctico es mucho más beneficioso cambiar los hábitos y conseguir mantener el peso bajo control durante todo el año, aunque tardemos más tiempo en conseguir los resultados que esperamos en cuanto al peso.
Los efectos negativos de una gran pérdida de peso
Las prisas en lo que a pérdida de peso se refiere nunca son buenas compañeras. Perder más de 10 kilos en un mes es algo que hace sufrir al cuerpo al no tratarse de una pérdida progresiva. Los expertos advierten que una gran pérdida de peso por una dieta demasiado restrictiva o estricta puede llegar a provocarnos fatiga crónica, deshidratación, lesiones y hasta transtornos en la alimentación.
Además puede acabar afectando a nuestro metabolismo y provocarnos carencias nutricionales. Diversos estudios señalan que las dietas que restringen más alimentos aumentan los niveles de estrés en el organismo, aumentando los niveles de cortisol en nuestro cuerpo y afectando a nuestra salud emocional.
Algunas dietas estrictas que son proteicas nos pueden generar también un déficit de vitaminas o calcio, que pueden afectar a nuestros huesos, al tejido ocular o provocarnos sequedad en la piel entre otros efectos secundarios, y podemos sufrir además según los expertos de Vitónica problemas en la digestión.
Cómo adelgazar sin usar una dieta estricta
La principal desventaja de las dietas estrictas es que no contribuyen a un cambio de hábitos que sí provoque una pérdida de peso y un control del mismo a lo largo del tiempo. Para conseguir adelgazar de una forma saludable podemos seguir una alimentación equilibrada como la dieta mediterránea o probar con el ayuno intermitente, por ejemplo.
Con este tipo de alimentación no sentiremos que estamos a dieta y perderemos peso como consecuencia final de un cambio de hábitos que serán muy beneficiosos para la salud. Añadir ejercicio físico a la ecuación, aunque sea en casa y sobre una esterilla con un par de mancuernas, es una forma de ayudar a la pérdida de peso.
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Aunque lo realmente importante es que si queremos perder peso acudamos a un profesional sanitario que nos haga un chequeo médico y adapte la dieta a nuestras necesidades y carencias.
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Fotos | Ella Olsson, Hermes Rivera, Thought Catalog y Jamie Matociños en Unsplash
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