El rey del minimalismo ataca de nuevo. Si ya de por sí las colecciones de Calvin Klein suelen ser sobrias, poco coloridas, y minimalistas, la que nos presenta para el próximo otoño / invierno 2008/2009 parece más un uniforme comunista de alguna de las repúblicas de la antigua Unión Soviética que una ropa de lujo que las mujeres deseemos vestir para sentirnos bellas.
Vale, quizás exagero un pelín y hay algún vestido con escote palabra de honor que es sexy, pero las prendas que desfilaron se caracterizan por unos colores apagados, una tela con pinta de ser muy poco agradable y cómoda y unos tejidos tiesos que envuelven el cuerpo femenino con una estructura rígida en forma de A. Para añadir mayor austeridad, las modelos desfilaron sin apenas maquillaje y con unas tirantes coletas.
Incluso los detalles son tan simples que aumentan la rigurosidad: cuellos de camisa pegados a la camisa, zapatos sin cordones, ni cierre, ni diferencia entre empeine y tacón, y abrigos con botones ocultos. Prestad atención a los abrigos con cortes (en homenaje a Yves Saint Laurent) y el último vestido de la galería, que me recuerda muy sospechosamente a alguno de David Delfín (lo de perseguir a diseñadores copiones se está convirtiendo en paranoia).
En Trendencias | Calvin Klein en la Semana de la Moda de Nueva York otoño/invierno 2007/2008