Está claro que desde hace tiempo, el lema "Somos lo que comemos", ha calado fuerte en la sociedad. Ahora es el emblemático Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, una de las instituciones más famosas de la Gran Manzana y parada favorita para muchos presidentes de Estados Unidos, quien da la bienvenida a 20.000 nuevos clientes a su ático de la azotea.
Han instalado colmenas en una colonia que, con el tiempo se multiplicarán a 300.000 y ofrecer hasta 227 kg de miel al año para el restaurante del hotel. Las abejas vendrán a descansar todos los días después de chupar el néctar de las cerca de Central Park y Bryant Park.
El interés por la apicultura urbana se ha convertido en una tendencia creciente en las grandes ciudades, no sólo como un medio hacia la sostenibilidad, sino también como una medida secundaria de resucitar una especie que ha sufrido de estrés postraumático en los últimos años.En un fenómeno conocido como Trastorno de Colapso de las Colonias, larvas y pupas jóvenes estaban siendo abandonados y dejados a su suerte, que resulta en muerte masiva.
Las teorías abundan en cuanto a las posibles causas, incluyendo los pesticidas, agentes patógenos, los cultivos modificados genéticamente y la radiación de los teléfonos móviles, un dato preocupante ya que debido a que los polinizadores como las abejas son responsables de un tercio del suministro de alimentos del mundo occidental.
El Waldorf-Astoria, sigue los pasos de otro punto de referencia local en Toronto, Canadá, donde el hotel Fairmont Royal estableció un colmenar en el año 2008. El pasado otoño, los apicultores registraron su mayor recorrido hasta la fecha, la recolección de 800 libras (363 kg) de miel que se utilizan en el restaurante del hotel.
Es la misma historia en París, donde las colonias de abejas obtener bienes raíces de primera cima de lugares emblemáticos como el Palacio Garnier, a los tejados de la Opera Bastille, el Grand Palais, y los Jardines de Luxemburgo y el techo de la sede de Louis Vuitton.
Una gran idea, a la que encuentro algún que otro fallo, que seguro que es fácilmente subsanable, la abejas son cazadoras recolectoras de lo que encuentran, es decir, que si lo que encuentran son chuches o azúcares refinados en su camino, será eso lo que coman, haciendo una miel de mala calidad. ¿Estáis a favor de la alimentación ecológica?
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