¡Cómo está el servicio! Eso ha debido pensar la multimillonaria heredera del imperio de productos de belleza L’Oreal, Liliane Bettencourt,al enterarse de que su mayordomo grabó conversaciones telefónicas privadas por las que el fisco francés se ha enterado de que ha vendido una isla de las Seychelles en pleno caso de evasión de impuestos.
La mujer más rica de Francia vendió la isla del Océano Índico a una compañía afiliada con el grupo activista suizo Save Our Seas Foundation por 60 millones de dólares (48,75 millones de euros) más otros 10,5 millones en concepto de impuestos. Bettencourt, compró la isla D’Arros en 1997. Su propiedad salió a la luz en 2010 cuando los medios informaron de que no se había declarado la isla ante las autoridades francesas.
El ministro de Hábitat de Seychelles, Christian Lionnet, dijo en una rueda de prensa el martes que el gobierno ordenó a Bettencourt pagar ocho millones de dólares tras las informaciones de que no había pagado su parte al gobierno en la transacción.
Las autoridades francesas ordenaron a Bettencourt en 2011 pagar casi 108 millones de euros en impuestos no abonados tras encontrar cuentas sin declarar y descubrir que era la propietaria de la isla.
A esto se une la trama política que salpica a primeros cargos del ex Presidente francés Nicolás Sarkozy, cuyo domicilio en París fue registrado el pasado mes de julio. El caso Bettencourt se centra en los vínculos financieros entre el partido de centro derecha de Sarkozy, el UMP, y la heredera del imperio cosmético L’Oreal. Los investigadores están intentando establecer si la campaña electoral de Sarkozy en 2007 fue financiada ilegalmente por supuestamente haber recibido 150.000 euros para su campaña en 2007, cuando salió elegido presidente, a través de su entonces tesorero, Éric Woerth.
La realidad siempre supera a la ficción.
Vía | El Economísta
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