Podríamos definir la fortaleza mental como el conjunto de recursos psicológicos que nos ayudan a enfrentarnos a los desafíos de la vida. Esos recursos, nos permiten regular nuestras emociones, conductas y pensamientos de una forma productiva hasta en situaciones complicadas. La resiliencia, por ejemplo, es uno de esos recursos, pero también lo es la flexibilidad mental, la capacidad de resistencia, el autocontrol, la gestión del estrés o la autoconfianza. Y es posible desarrollarla tengamos la edad que tengamos al tratarse de una capacidad directamente relacionada con la inteligencia emocional.
Para comprender mejor la fortaleza mental voy a contarte algunas de las claves que diferencian a las personas mentalmente fuertes de aquellas que no lo son. Pequeños secretos que cuando descubrimos, entendemos e interiorizamos, nos ayudan a desarrollar la inteligencia emocional y a convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismos. Léelas una vez para descubrirlas, y todos los días para conseguir un desarrollo personal mayor que el que tiene la mayoría.
Saben que el estrés es sólo una respuesta física y mental
Las personas mentalmente fuertes entienden que el estrés es una respuesta más del cuerpo. Como bien explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la forma en que reaccionamos al estrés lo que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar. Según la psicóloga Iria Reguera, es importante que conozcamos bien los mecanismos y bases del estrés y la ansiedad para poder modularlo como hacen las personas mentalmente fuertes.
La ansiedad y el estrés son respuestas evolutivas que funcionan como un mecanismo de supervivencia si lo vemos desde el punto de vista evolutivo. Como tal, lo que buscan es ponernos en alerta para “protegernos”. El problema llega cuando nuestro cuerpo no interpreta bien y la respuesta se active cuando no existe un peligro real. “Las respuestas que nos pueden salvar la vida, en dosis no adecuadas, se pueden convertir en patologías”, aseguraba Reguera, que es lo que ocurre cuando hablamos de un estrés crónico. Sin embargo, cuando tenemos una gran autoconciencia y entendemos cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra mente, podemos responder de una forma adecuada a ese estrés, bien usándolo a nuestro favor (el llamado eustrés) o modulando nuestras reacciones gracias a nuestra capacidad de gestión de las emociones.

Su autoconversación está llena de afecto
Según el ordenador y experto en fortaleza mental Scott Mautz, la positividad es clave en la fortaleza mental. En su libro, ‘The mentally strong leader’, asegura que podemos atraer lo que él llama “chispas de la felicidad”, que nos permiten prosperar a pesar de los desafíos, usando un lenguaje más positivo, especialmente al hablarnos a nosotros mismos.
Como explicaba Reguera, “la forma en la que nos hablamos y las cosas que nos decimos afectan a nuestro autoconcepto”. Esto significa que afectan a la imagen que tenemos de nuestra propia persona. Alguien mentalmente fuerte sabe que tiene defectos, como todos, pero también conoce sus virtudes y cuando comete errores o fracasa, se habla con tanta compresión y afecto como lo haría tú con tu mejor amiga. Es decir, mantiene una autoconversación positiva. Cambiar un “siempre haces todo mal” por un “esta vez hemos fallado”. En lugar de pensar “por qué me pasa esto a mí”, pensar “¿qué puedo aprender de esto?”. Es una forma de educar nuestra resiliencia y hacernos más fuertes mentalmente. Pocas cosas pueden perturbarte si, después de cada revés percibido, te preguntas cómo te fortalece o qué has aprendido de ello.
Saben que cualquier crítica podría parecer un ataque pero no tiene por qué serlo
Winston Churchill decía que “las críticas no serán agradables, pero son necesarias”. Cuando alguien nos hace una crítica constructiva no está atacándonos, sino haciéndonos una especie de sugerencia de mejora. Una persona con una mentalidad fuerte es también una persona con un ego medido y que es consciente de quién es. Con lo bueno y lo malo que todos tenemos. Por eso cuando reciben una crítica la escuchan.
Como nos explicaba Reguera, en el proceso de aprender a afrontar las críticas, es importante “que sepamos discernir cuáles deben ser tomadas en cuenta y cuáles no, y qué podemos hacer para conseguir hacer de ellas algo útil para nuestra persona”. Es un proceso que alguien mentalmente fuerte tiene integrado. Según Raquel Mascaraque, existen varias personalidades a la hora de recibir críticas, y en este caso es las personas con una fuerza mental más alta, suele ser la de “La muñeca rusa”: entiende una crítica que no engloba toda su personalidad ni les define. Saben que ese comentario, hecho desde el cariño y con respeto, puede ser una oportunidad de mejora.

Entienden que no existe la perfección (ni es sano perseguirla)
La psicóloga Mamen Jiménez rompía con la idea de que ser perfeccionista es una virtud. “Si no lo tenemos controlado puede convertirse en un enemigo total de nuestra autoestima”, explicaba Jiménez, que asegura que durante mucho tiempo hemos caído en la trampa del perfeccionismo. “Tendemos a asociar el perfeccionismo con satisfacción, pero la realidad es que a más perfeccionismo menos satisfacción”, asegura. Y es que cuando somos perfeccionistas, nunca es suficiente para nosotros, ni en lo laboral ni en lo personal. En cambio, filosofías como el “wabi-sabi” japonés nos invitan a apreciar la belleza de la imperfección.
Encontrar la felicidad es más sencillo cuando aceptas que el camino (y la vida) no es perfecto en absoluto. Las personas que son mentalmente fuertes le dan la importancia justa a los problemas sabiendo que son parte de la vida, y como tal, el objetivo es buscar una solución. No siempre estaremos felices, pero asumir que las dificultades forman también parte del viaje nos ayudará a que pese un poco menos, tal y como afirmaba la doctora Corney Warren, psicóloga licenciada en Harvard.
Saben que todas las emociones son válidas y deben tener su espacio
Dentro de la fortaleza mental nos encontramos la capacidad de manejo de las emociones, lo que en ningún caso implica evitarlas. No sentir, obviar lo que te ocurre o intentar dejar las emociones de lado no funciona, porque la clave para tener fortaleza mental es ser consciente de que las emociones deben ser gestionadas. Todas ellas. Esto significa que tenemos que abrirles la puerta y dejar que ocupen un espacio, pero no que tomen el mando de nuestras acciones. Piensa en la película de ‘Inside Out’ y lo entenderás. Una persona mentalmente fuerte tiene una gran inteligencia emocional y un gran autoconocimiento, lo que le permite identificar las emociones y decidir cómo responder a ellas.
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