Además de unas cuantas horas menos de luz y una bajada de temperaturas que nos invita a pasar el día debajo de una manta, los meses de invierno también traen consigo una proliferación de catarros y resfriados. Esto no quiere decir que durante el resto del año no estén ahí esos procesos víricos, pero claro está que en estas fechas de frío se intensifican. Para hacerles frente, nuestras madres nos han recordado hasta la saciedad que nos abriguemos para salir a la calle, pero, ¿qué opina la ciencia de todo esto? ¿Nos ponemos malos por renegar de las bufandas y el cuello alto?
Para resolver nuestra duda acudimos al Doctor Jose Manuel Felices Farias, especialista en Radiología y profesor universitario. El experto ha compartido en su cuenta de Instagram con sus seguidores un vídeo aclarando que no todo es blanco o negro y que habría algún punto en común entre lo que creían nuestros mayores y la ciencia. “¿Te puedes resfriar por tener frío? Pues realmente no. Los resfriados son causados por un virus por lo que no te puedes resfriar si no coges un virus. Pero no, nuestras abuelas no estaban del todo equivocadas. Te lo explico.”
“La primera defensa de nuestro cuerpo para que el virus no entre son las células que recubren nuestra garganta, tráquea y bronquios. Estas células producen un moco grueso y pegajoso que atrapa los virus e impide que entren. Además, estas células tienen unos cilios, que son como unas escobas que van a ayudar a que ese virus que ha quedado atrapado en el moco se expulse hacia afuera”, explica el médico. ¿Entonces, da igual que nos abriguemos o no?
Los estudios científicos insisten también en ello, y es que no hay evidencias científicas de que la exposición a temperaturas ambientales frías deprima la función inmunológica y aumenta el riesgo de infección en nuestro cuerpo, pero sí que se insiste en la importancia de ir abrigados en estas fechas. Nuestras madres no estaban tan equivocadas, así lo ha aclarado Jose Manuel: "las células que recubren nuestra garganta necesitan un ambiente cálido para que el moco sea fluido y puedan moverse los cilios con facilidad. Igual que a ti te cuesta moverte cuando tienes frío, a estos cilios les pasa igual y no van a poder barrer el virus adecuadamente en un entorno frío."
Quizás esa bufanda y ese té calentito tengan más sentido del que nos pensábamos. “Cuando pasas frío estás aumentando el tiempo en el que el virus tiene más facilidad para entrar al cuerpo. Así que una ducha o una bebida calentita van a ayudarte a recuperar la temperatura necesaria para que tus cilios funcionen a tope. Aunque más que el frío debería preocuparte lavarte las manos. Es la mejor manera de evitar traerte los virus del exterior”, ha aclarado el experto. ¿Abrigarse?, siempre, pero acompañado de mucha higiene para hacer frente a los virus.
Foto | Instagram
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