Aunque a la hora de la comida y la cena estamos innovando continuamente con nuestras recetas, en busca de platos nuevos, mezclas distintas y combinaciones saludables y sabrosas, es cierto que, cuando se trata del desayuno, casi siempre recurrimos a lo mismo. En mi caso, suelen ser unas tostadas de aguacate con aceite o, en su defecto, cuando ya parece que he aborrecido día tras a día la misma combinación, por muy rica que esté, opto por el clásico pan con tomate y aceite. Ahora me he topado con una alternativa que estoy segura de que cogerá bastante protagonismo, la pasta de calabaza.
Lo se, puede parecer un tanto extraño, levantarse y hacerse una tostada de pan con pasta de calabaza, pero tengo que decir que desde que la he probado no he podido parar de recomendársela a todas mis amigas, no solo porque esté deliciosa, sino porque también se trata de una alternativa baja en calorías. Una opción perfecta para quienes quieren controlar su ingesta calórica, puesto que mientras la Fundación Española de Nutrición señala como el aguacate presenta 140 kcal por 100 gramos, la calabaza solo aporta, según la FEN, 15 kcal por 100 gramos.
Otro de los grandes puntos a favor de incluir la calabaza en nuestra primera comida del día, es que se trata de un alimento especialmente rico en fibra, lo que hace que sea ideal para mantener el hambre a raya durante todo el día hasta llegar a la hora de la comida, ya que es un alimento especialmente saciante. Pero eso no es todo, desde Vitónica, los expertos también han destacado su contenido en hidratos de carbono, que podrían ser beneficiosos en la prevención y tratamiento de la diabetes. Además, su riqueza en carotenos y vitamina A hacen de este alimento una opción perfecta para proteger la piel y nuestra visión.
Cómo preparar la pasta de calabaza
Para esta sencilla receta solo necesitarás una calabaza. Puedes optar por hornearla o hervirla hasta que esté tierna y, una vez que haya alcanzado el punto exacto, puedes optar por triturarla con hasta obtener una textura suave, perfecta para untar sobre unas tostadas de pan integral y añadirle las especial que quieras. Yo siempre opto por un toque sal, aceite y orégano.
Si en lugar de salado eres más de sabores dulces, también puedes hacer una versión con este toque a base de pasta de calabaza. Para ello en lugar de sal, puedes añadirle canela y miel. Una opción perfecta para cuando se nos antoja un poco de dulce a primera hora de la mañana, pero apostando por una receta saludable.
Foto | Nadin Sh en Pexels, Polina Tankilevitch en Pexels
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