Las bodas siempre se caracterizan por ser el día más especial para la novia y casi siempre suele girar todo en torno a ella. La verdad es que no voy a negar que es la protagonista, pero ya que yo no iré con un vestido en encaje, me gustaría compartir con vosotros lo que yo considero elegante para el novio, que también es importante.
La pieza fundamental a la hora de casarse en novio es el traje. Al contrario a lo que sucede con los vestidos de novia, que cambian los tejidos, los bordados, la confección ,el diseño, etc. En el traje de novio, el clasicismo debe estar presente en toda la indumentaria, desde el traje a los pequeños detalles como los gemelos e incluso el reloj.
Si lo que quieres es una boda elegante en la que se cumplan las reglas de protocolo; debe ir en chaqué o en frac. Para ello debes decantarte por marcas como Hackett London, Burberry o Fuentecapala. Marcas, que por su alto conocimiento en estos patrones de confección crean trajes impecables y llenos de estilo y elegancia.
El chaqué debe tener un largo a la altura de la corva (parte trasera de la rodilla) o incluso un poco más (como los suele llevar S.M. El Rey Don Juan Carlos). Las mangas de la chaqueta deben dejar entrever un poco o todo el gemelo, que debe ser preferiblemente de oro, platino o una herencia familiar.
El pantalón que completa el conjunto debe ir acorde con la estación en la que sea la ceremonia, es decir, si es en invierno debe ser de un tejido como el cheviot con base gris marengo y rayas verticales. Si por el contrario la ceremonia fuese durante los meses de calor, yo bajaría un poco la tonalidad del pantalón apostando, en esta ocasión por un gris más suave y por un material mucho más fresco.
A la hora de elegir una camisa, llega el caos. Puede que te intenten convencer entre colores extraños y corbatas espantosas, pero debes tener claro lo que quieres parecer. Apuesta siempre por una camisa blanca clásica con botones al aire y de doble empuñadura para los gemelos, o si eres muy modernete, atrévete con una camisa en tonos azules con puños y cuello en blanco.
El chaleco junto con la corbata definirán tu personalidad, es decir, si tienes estilo y porte; o por el contrario, resaltarán que eres un hortera al que su familia (siempre aconsejado por una dependienta ansiosa de verder) ha vestido para la ocasión. Yo particularmente adoro la sencillez a la hora de esta elección. Donde esté un chaleco gris perla, o incluso crema de 6 botones cruzados y solapa en el cuello; que se quiten los chalecos de una sola fila de botones en colores rojos, amarillos o verdes. Y por supuesto, nada de botones forrados y estampados en el chaleco.
La corbata más elegante es la Príncipe de Gales, aunque el gusto de cada uno es muy personal. Dale un toque serio y que combine con el chaleco a la perfección.
En cuanto al zapato, se puede optar por un zapato Oxford clásico que puede combinarse tanto con chaqué, esmoquin o frac. Aunque el chaqué permite también zapatos con hebillas (que yo apostaría por unas a juego con los gemelos).
Como podéis observar, al igual que vestir a una novia es impresionante, la tarea del novio también puede serlo. Solo hace falta que el quiera.