Uno de los nuevos propósitos más recurrentes para el nuevo curso suele ser el de comenzar a correr. El running es uno de los deportes de moda y, además de ayudarnos a ponernos en forma y a bajar de peso si lo combinamos con una dieta hipocalórica, también puede servirnos para socializar y para ampliar nuestros círculos.
Pero no es cuestión de ponernos unas zapatillas y salir a las bravas a quemar suela: es necesario que tengamos unas nociones básicas de técnica de carrera para correr de forma segura y evitar lesiones. Esto es lo imprescindible que debes conocer sobre la técnica de carrera.
Cuidado al entrar con el talón
Cuando pasamos de caminar a correr, el paso lógico si estamos comenzando en esto del running, es muy habitual que nuestra técnica de carrera no sea perfecta: no debemos preocuparnos, ya que es algo habitual, pero sí debemos poner un poco de énfasis (sobre todo al principio) en conocer cómo debemos correr bien.
Uno de los fallos más comunes, incluso en corredores consumados, es el hecho de aterrizar cada zancada sobre el talón de nuestro pie. Es normal hasta cierto punto porque así es como sucede al caminar, pero al correr la cosa cambia.
Cuando estamos corriendo debemos concentrarnos en intentar aterrizar con la zona media del pie, y no sobre el talón. De esta manera protegeremos nuestra columna y articulaciones (tobillo, rodilla y cadera) del impacto contra el suelo.
Mantén la espalda erguida
Otro de los fallos más clásicos, sobre todo en el caso de las mujeres, a la hora de empezar a correr es el de hacerlo con la espalda encorvada y los hombros echados hacia delante; algo que puede provocar dolores en la zona lumbar y pinchazos en toda la espalda.
¿Por qué muchas chicas corren de esta manera? Muchas veces se debe a que no elegimos un sujetador deportivo adecuado y echamos los hombros hacia delante para proteger la zona del pecho. Es importante que en nuestro equipamiento de carrera tengamos varios sujetadores especialmente diseñados para deportes de impacto como el running: estos tienen una sujección especial para evitar el movimiento del pecho y correr así de forma más cómoda y segura.
Durante la carrera intenta recordarte cada poco tiempo que debes mantener la espalda erguida: es posible que al principio te cueste un poco, pero con el paso del tiempo mantendrás una buena postura de forma natural. Esto te permitirá correr mejor y maximizar tu esfuerzo.
La importancia del braceo
Algunas personas no saben muy bien qué hacer con sus brazos mientras corren. Otras los llevan agarrotados y pegados al cuerpo (yo lo llamo "bracitos de T-Rex") y otras los van cruzando por delante del pecho con los puños muy apretados, como si fueran boxeadores. ¿Cómo debemos mover nuestros brazos cuando estamos corriendo?
Realizar bien el braceo durante la carrera es importante, ya que el movimiento de los brazos colabora en el movimiento de todo el cuerpo hacia delante y nos ayuda a marcar el ritmo de nuestras zancadas.
Debemos mantener una posición cómoda en la que los codos estén flexionados a 90 grados formando un ángulo recto, y los brazos se muevan libremente de atrás hacia delante a los lados del tronco. Podemos cruzarlos ligeramente (muy ligeramente) por delante del pecho, pero sin que esto cambie nuestra trayectoria. Los puños pueden ir cerrados pero no agarrotados: imaginad que lleváis un huevo en cada mano y que si apretáis los puños demasiado, los despachurráis.
Los hombros deben ir bien separados de las orejas, y esto también es algo bastante común en muchos corredores porque tendemos a llevarlos hacia arriba sin darnos cuenta. Revisa mentalmente cada kilómetro, por ejemplo, cómo es tu postura mientras corres.
Correr de forma adecuada no solo economizará tus esfuerzos y te hará mejorar como corredora, sino que además (y más importante) te protege de posibles lesiones que pueden aparecer con el paso de los kilómetros. ¡A correr!
Imágenes | iStock
En Trendencias Belleza | Prueba un deporte nuevo este curso: estos son los que no te puedes perder