Más de 5.000 mujeres israelíes y palestinas han dejado a un lado sus diferencias para caminar juntas a través del desierto en Oriente Medio en una marcha por la paz. Todas ellas vestidas de blanco, andando hacia el río Jordán durante dos semanas para exigir la detención del conflicto armado de Gaza y demostrar que árabes y palestinos pueden convivir de forma pacífica.
Esta iniciativa ha sido organizada por Women Wage Peace, que se ha encargado de cubrir toda la marcha, desde los campamentos para dormir hasta el levantamiento de una carpa simbólica por la paz en la orilla del río. En ella se podían leer los nombres de Hagar y Sarah, las madres de los patriarcas musulmanes y judíos y símbolos de su origen común.
"Somos mujeres de izquierdas, de derechas, árabes y judías, de distintas ciudades y pueblos, que hemos decidido detener la próxima guerra. Dicen que este conflicto es muy antiguo ya, pero nuestras madres ancestrales, Hagar y Sarah, querían para sus hijos lo mismo que nosotras: prosperidad y seguridad. Debemos alcanzar un acuerdo político. Tenemos que cambiar lo que se nos ha enseñado y olvidar eso de que la guerra traerá la paz. No es cierto."
Estas son las palabras de Marilyn Smadja y Vivian Silver, dos de las fundadoras de Women Wage Peace, que crearon la organización tras el ataque en Gaza en 2014 que se cobró la vida de más de 2.000 personas (entre palestinos e israelíes). Por eso han marchado todas juntas, dejando atrás sus diferencias, durante dos semanas por el desierto de Israel y Cisjordania.
"Por primera vez las mujeres alzan su voz y piden la paz. Porque la necesitan. Para el futuro de su propio país. Los hombres con poder solo creen en la guerra, pero con la fuerza de las mujeres podemos traer algo más, algo nuevo."
Fotos | Women Wage Peace.
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