Mucho hemos hablado del movimiento #KuToo que ha conseguido en Japón que las azafatas de Japan Airlines no tengan que llevar tacones y falda. Sin embargo, no hacía falta irse tan lejos para ver la paja en el ojo ajeno, teniendo aquí la viga. Y es que, no ha sido hasta este mes de junio que las azafatas de Iberia, además de los clásicos tacones, han podido empezar a elegir llevar zapatos deportivos. Ha sido gracias a los nuevos uniformes diseñados por Teresa Helbig y que los empleados de la aerolínea de bandera acaban de estrenar.
De un azul marino sobrio pero elegante, y con toques amarillos y rojos a modo de guiño a los colores de la compañía aérea, son unos uniformes funcionales pero estilosos. Los primeros que diseña para Iberia una mujer. Antes que Terea Helbig, han sido nombres top de la moda española como Adolfo Domínguez, Alfredo Caral, Pedro Rodríguez o Elio Berhanger los encargados de vestir a los casi 7.000 empleados de la aerolínea.
Uno de los propósitos más importantes de Helbig ha sido crear ropa que se adapte a cualquier tipo de cuerpo. Algo atemporal, con un punto de comodidad y regio. Es decir, unir la belleza con lo funcional en una colección de la que pueden sacarse 56 estilismos diferentes y que permite, dentro de la uniformidad, a cada empleado adaptar las prendas a su gusto y necesidades.
La propuesta de la diseñadora barcelonesa resultó ganadora en 2018 entre más de una veintena de diseños y se anunció en la Mercedes Benz Fashion Week de aquel año. Aunque, en principio, la colección se iba a presentar en 2020, la pandemia ha retrasado su estreno hasta este 2022 cuando, no solo ha visto la luz, sino que también ha ganando el The Design Air Award 2021 a mejor uniforme.
De este modo, las mujeres pueden elegir entre falda, pantalón y vestido. Esta última prenda nunca antes había estado incluida en los uniformes de Iberia. Sin embargo, la gran novedad estrella está en el calzado porque las azafatas ya no solo pueden llevar tacones sino que también pueden elegir ponerse un zapato deportivo para trabajar.
Algo que ha acabado cambiando hasta el reglamento que solo les iba a permitir ponérselos desde el momento del despegue y hasta el aterrizaje pero "no durante los saludos a los pasajeros, ni en los controles de equipaje, ni en los embarques, ni peor: en los larguísimos caminos recorriendo km en los aeropuertos", según denunció en Change una zafata con 30 años de esperiencia.
Helbig también ha rescatado los complementos: Chaleco, guantes, bufanda, bolso... para que la ropa pueda adaptarse a las circunstancias de cada vuelo. Aunque el nivel de detalle va muchi más allá y ha añadido a los uniformes unas cremalleras que los tripulantes de cabina pueden abrir si se hinchan tras muchas horas de vuelo. Además, no se ha olviado tampoco de la importancia de colocarlas en un lugar del cuerpo que no haga imprescindible la ayuda de otra persona a la hora de manipularlas. Algo muy útil cuando se vive sola.
Se nota que la firma se ha tomado en serio lo de conocer las necesidades y opiniones de los trabajadores a través de las más de 3.500 respuestas que han recibido mediante encuestas.
Fotos | Iberia y Teresa Helbig