Durante el verano tendemos a protegernos más que nunca de la radiación solar. Recurrimos a los protectores solares para cubrir nuestra cara y nuestro cuerpo y cuando se trata de la vista, recurrimos a las gafas de sol. Estas últimas se han convertido también un complemento imprescindible de los looks, de ahí que no solo las veamos coronando los outfits de verano, sino también en otras estaciones, aunque es en los meses de junio hasta septiembre cuando más salen a relucir.
Los riesgos de los daños solares en los ojos es algo que tendemos a pasar por alto, y es que justo ahora que nos hemos empezado a concienciar de que el fotoprotector debe acompañarnos todos los días de año para proteger nuestra piel y evitar el foto envejecimiento, en cuanto se trata de los ojos, las problemáticas desencadenantes, incluso en los días nublados, tienden a ignorarse. Por ello, el Instituto Quirúrgico de Oftalmología ha publicado cinco consejos a tener en cuenta.
Usar gafas de sol
Más allá de un complemento con el que nuestros looks inmediatamente se elevan, las gafas de sol ofrecen protección contra la radiación ultravioleta del sol. Y es que en verano, especialmente, con la exposición prolongada a los rayos UV, se puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular. Por ello, es importante incluir un par de gafas de sol que consigan bloquear el 100% de los rayos UVA y UVB. El Instituto Quirúrgico de Oftalmología apuesta también por elegir lentes polarizados para reducir el resplandor y proteger la visión aún más.
Utilizar sombreros
Los sobreros de ala ancha, que dan sombra a nuestra cara, no solo son un plus a la hora de proteger nuestra piel de la radiación solar, sino que junto con las gafas, suponen un extra también de protección para los ojos de los rayos solares directos. También es importante no olvidarnos de que en verano, en las horas centrales del día, es recomendable evitar el sol.
Mantener los ojos hidratados
Además de hidratar nuestro cuerpo en los días de calor, los ojos también deben tener la atención que se merecen, por lo que recurrir a las gotas oculares o la lagrima artificial, nunca está de más, especialmente en aquellos que usan lentes de contacto, perfectas para aliviar la sensación de sequedad o irritación ocular.
Usar gafas protectoras durante actividades al aire libre
Aunque cuando optamos por hacer deporte al aire libre muchas veces llevamos nuestra gafas de sol de diario, a la hora de realizar dicha actividad, lo ideal sería optar por gafas diseñadas para resistir impactos y protegernos de objetos voladores, el polvo, las ramas u otros elementos. Un claro ejemplo son las gafas de ciclismo, cuya forma ceñida a la sien tiene el fin de evitar que ciertas partículas suspensas en el aire se cuelen en los ojos.
Un descanso óptimo
Gozar de un buen descanso no solo es imprescindible para nuestra visión, sino para nuestro estado de salud en general, y es que es importante optar por espacios oscuros y tranquilos en los que podamos dormir a la par que dejar que los ojos se recuperen del estrés diario.
Fotos | David Escala de Almeida en Pexels, José Luis Photographer en Pexels
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