Se acerca el verano y con él la subida de las temperaturas, que ya está más que presente entre nosotros. Buen tiempo, días más largos y noches más cortas, todo parecen ser ventajas, lo cierto es que quizás, lo único que nos incordia en estas fechas es la aparición de los mosquitos, especialmente cuando emprendemos un viaje o excursión por entornos más rurales, alejados de las grandes urbes.
Junto con la presencia de este molesto insecto, llega también la preocupación de cómo el mosquito tigre se está encargando de remplazar a la especie estándar en cada vez más localidades de la península, de ahí que la preocupación por las posibles picaduras de dicho insecto este creciendo notablemente.
Es evidente que cada vez estamos más alerta, a la hora de evitar las picaduras de los mosquitos, de ahí que también nos hayamos puesto en búsqueda de opciones con las que poder hacerles frente. Entre ellas, hemos dado con el truco del papel higiénico, que se ha hecho viral en redes estos últimos días, y no es de extrañar.
Bien es cierto que antes de poner en marcha un truco novedoso, no hay que pasar por alto las rutinas clásicas para combatir las picaduras, donde es imprescindible cerrar las ventanas durante la noche, bloquear las luces con cortinas y usar mosquiteras. Una vez que hemos puesto en marcha todo esto, es cuando podemos dar paso al truco del papel higiénico.
Para ello necesitaremos cortar varias tiras de papel de wáter y ponerlas en una bandeja o recipiente. A continuación, buscaremos un aceite esencial que presente propiedades con las que repeler a dichos insectos. La citronella puede ser una muy buena opción, dado que es un fuerte aroma que mantiene alejados a los mosquitos. Una vez tengamos el aceite rociamos algunas gotas del mismo en el papel higiénico y ya tendríamos listo nuestro repelente casero.
Otra de las alternativas por la que podemos optar si no tenemos a mano aceite esencial, es utilizar papel de cocina y pasta de dientes. De esta forma podemos rellenar el papel de pasta de dientes y enrollarlo en forma de churro para colocarlo dentro de una botella de cristal, dejando sobresalir la mitad para prender con un mechero la punta, con el fin de que el olor de la pasta de dientes se disperse por toda la habitación y ahuyente de esta forma a los mosquitos.
Fotos | Jimmy Chan en Pexels, Towfiqu barbhuiya en Pexels
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