La frecuencia con la que vamos al baño, aporta muchos datos acerca de nuestra salud. No existe una cifra única para todos que indica de forma exacta cada cuanto tiempo debemos de ir al baño, puesto que el organismo de cada persona es diferente. Un claro ejemplo de que lo que es normal para una persona puede no serlo para otra, sería un estudio de 2010 publicado en la Revista Escandinava de Gastroenterología, donde se observó como el 98% de sus participantes iba al baño entre 3 veces a la semana o incluso 3 veces al día, después de cada comida prácticamente.
La consistencia de las heces, es quizás donde más se ha focalizado la atención, ya que ésta varía mucho dependiendo de los hábitos alimenticios de cada uno.Para medir la consistencia de las mismas, disponemos de una escala ordinal, conocida como la Bristol Stool Form Scale (BSFS), la cual clasifica las heces en base a su consistencia y forma, desde las más duras hasta las más blandas.
- Tipo 1: fragmentos duros y separados, tipo nueces, difíciles de evacuar. Puede ser síntoma de un estreñimiento importante.
- Tipo 2: tienen forma de salchicha, compuesta de fragmentos visibles. Podrian indicar un estreñimiento ligero.
- Tipo 3: son con forma de salchicha o morcilla y suelen presentan grietas en su superficie. Indican un funcionamiento normal del tránsito.
- Tipo 4: su forma es de salchicha o serpiente y son lisas. También señalan un buen funcionamiento de nuestro tránsito.
- Tipo 5: conforman una masa pastosa y tiene los bordes bien definidos y fáciles de evacuar. Suelen indicar una falta de fibra.
- Tipo 6: son fragmentos más blandos y esponjosos, con bordes irregulares y consistencia blanda o pastosa. Dan lugar a una ligera diarrea.
- Tipo 7: son heces acuosas, sin fragmentos sólidos, totalmente líquidas. Suponen una diarrea importante.
Más allá de la importancia de una consistencia normal de las heces, un estudio científico ha notificado como la frecuencia con la que vamos al baño, afecta directamente a la microbiota intestinal y está relacionada con enfermedades como la enfermedad renal crónica o la demencia. Por una parte, presta especial atención al estreñimiento, es decir, que las deposiciones son menos de tres a la semana. Según la investigación, esto estaría asociado con un cambio en todo el ecosistema de la fermentación de fibra y la producción de ácidos grasos de cadena corta a una fermentación de proteínas y una producción de toxinas más perjudiciales que podrían favorecer la presencia de enfermedades crónicas y disfunción renal.
Por otra parte, el estudio revela como la diarrea, podría ser un signo de altos niveles de inflamación en la sangre y alteración de la función hepática. Algo que tampoco debemos de pasar por alto, ya que cuando nuestro cuerpo expulsa estas heces acuosas, supone un indicador evidente de que hay algo en nuestro organismo que no está funcionando de forma óptima. Por ello es esencial, prestar atención al cuerpo y no pasar por alto las señales que el mismo nos proporciona. De esta manera, ir al baño una o dos veces al día podría ser la frecuencia óptima.
Otro dato a tener en cuenta, es que la frecuencia y tipo de deposiciones no solo estarían asociadas con la salud física, sino también con la mental. Así lo explica una investigación científica del Instituto de Biología de Sistemas de Seattle, que se ha centrado en la frecuencia de las deposiciones en relación con patologías, como ansiedad, nefropatía y neurodegeneración. En ella se observó como el estreñimiento crónico estaría asociado con trastornos neurodegenerativos y progresión de la enfermedad renal crónica, mientras que la diarrea lo estaría con la ansiedad y la depresión.
Fotos | Miriam Alonso en Pexels, Giorgio Trovato en Unspash
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