Para muchas de nosotras el café es un básico de nuestro día a día. Se ha convertido en una bebida con la que acompañar los desayunos y las sobremesas donde cada vez buscamos regalar a nuestro paladar sabores más especiales recurriendo a los cafés de especialidad, pero también apostamos por esa dosis de cafeína a veces necesaria para afrontar el día preparándonos nosotras mismas una taza a primera hora de la jornada. Sea como sea, esta bebida sigue presente en nuestra rutina, pero a menudo nos encontramos con nuevas formas de interpretarla que nos dejan sin palabras.
La última de las recetas que está triunfando en internet es el café con aceite, una idea que a priori puede resultar un tanto extraña. Y es que resulta casi inimaginable pensar en juntar estos dos ingredientes y que el sabor que se obtenga sea agradable para nuestro paladar, de ahí que ante la larga lista de beneficios que se atribuyen a este mix nos hayamos replanteado nuestra idea inicial dispuestas a indagar en si esas propiedades que prometen son del todo ciertas.
Somos conscientes de los beneficios del café y recurrimos a él en muchas ocasiones porque estimula el sistema nervioso y nos mantiene alerta gracias a que inhibe la acción de la adenosina, un neurotransmisor conocido por promover el sueño. Según indican los estudios científicos, este proceso a su vez libera otros neurotransmisores como la noradrenalina, dopamina y serotonina, algo que ayudaría a mejor el ánimo, el tiempo de reacción así como la atención.
Por otra parte el aceite de oliva virgen extra podría disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas según indican las investigaciones llevadas a cabo por expertos, así como reducir el riesgo de padecer diabetes ya que ayuda a bajar los niveles de glucosa en sangre.
Ahora, ¿mezclar estos dos ingredientes mejora nuestra salud física? No hay evidencias de que el café con aceite mejore notablemente nuestra salud, y es que podemos beneficiarnos de las propiedades de dichos alimentos por separado incluyéndolos en nuestra dieta pero sin necesidad de juntarlos. Además a la hora de añadir aceite al café hay que tener en cuenta que si lo juntamos directamente podría cortarse, por lo que sería mejor primero mezclarlo con la leche y luego añadir el café.
Son muchos los que apuestan por esta mezcla apoyándose en una mejora de la textura y la consistencia de la clásica bebida, lo cierto es que el cambio llega a ser muy leve. Si quieres disfrutar de las propiedades del café y el aceite puedes incluirlos en tus comidas del día a día sin tener que mezclarlos para obtener sus beneficios.
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