Desde que la OCU advirtió a los consumidores de decantarse, siempre que puedan, por las piezas de sandía enteras en lugar de las mitades, son muchos los que han hecho caso de este consejo. Esto se debe a que, en los supermercados, esas mitades, al no estar en las neveras, sino a temperatura ambiente, podrían llegar a presentar un riesgo de contaminación mayor por la propia manipulación, ya sea relacionada con la higiene del cuchillo o la tabla de cortar que se haya utilizado.
Como idea está bien, nos queda claro, mejor las piezas enteras que las mitades. Pero en mi caso, como imagino que le ocurrirá a muchas, al hacer la compra para una no contemplo meter en el carrito una sandía para mi sola. Por mucho que me guste esta fruta, entenderéis que tampoco es plan de que se cuele en absolutamente todos mis platos. Habrá que echar mano de otros trucos.
Trucos para conservar mejor las sandías
Una vez que la sandía ha sido cortada por la mitad, es esencial meterla en la nevera. Podemos ir a la frutería y pedir que nos corten la pieza de fruta al momento. Llevarnos la mitad y meterla directamente en el frigorífico al llegar a casa. ¿A qué se debe tanta prisa? Pues a que si dejamos esa mitad a temperatura ambiente, podría comenzar a perder su textura jugosa, así como su característico sabor dulce, especialmente en los días de calor más extremos.
Otra cuestión a tener en cuenta es que una vez que la sandía ha sido cortada, su tiempo de almacenamiento disminuye, por ello, la mejor forma de conservar las rodajas de sandía o los trozos, sería en un tupper en la nevera, aún mejor si es de cristal. También podemos optar por cubrirlos de papel film, para evitar que se sequen o que puedan llegar a absorber los olores de otros alimentos del frigorífico.
Sea como sea, la nevera es el lugar idóneo para conservar esta fruta una vez que la hemos cortado, así lo indican los estudios científicos llevados a cabo. De hecho, en las investigaciones, tras 36 horas de análisis, se observó como, mientras los trozos de sandía cortados que habían sido conservados en la nevera estaban intactos, aquellos que se mantuvieron a temperatura ambiente se habían deteriorado notablemente. Tomamos nota, si compramos sandía hay que hacerle hueco como sea en alguna balda.
Por otra parte, si sois más de una en casa o en su defecto, unas fervientes amantes de la sandía, decantarse por piezas enteras sería la mejor opción. Éstas podrían llegar a durar de entre 7 a 10 días en la nevera, ya que la piel gruesa de esta fruta actúa como una barrera protectora, ayudando a mantener su frescura. Además, en este caso, también podemos guardar la pieza a temperatura ambiente, siempre evitando zonas calor extremo o sol directo, puesto que no es necesario meterlas en la nevera, como si es el caso de las que vienen por mitades.
¿Y como se conserva el zumo de sandía?
Aquí una gran fan de los zumos de frutas naturales, especialmente de sandía, con ciertas dudas sobre su conservación. Una vez que hemos cogido la licuadora y nos hemos puesto manos a la obra, tampoco es plan de hacer zumo para tomarnos un simple vaso. Ya que estamos, hacemos para un par de días, pero, ¿el método de conservación es el mismo? ¿Basta simplemente con meter la bebida en la nevera?
Un estudio científico ha llevado a cabo una investigación sobre el efecto de la temperatura de almacenamiento del zumo de sandía, analizando sus propiedades en la nevera, el congelador y hasta liofilizado. Este último, es un proceso de deshidratación que se usa generalmente para conservar un alimento perecedero y es precisamente la técnica preferible para retrasar la degradación del zumo, según los resultados obtenidos.
Quizás esto pueda sonar un tanto complicado y la clave esté en hacer cantidades moderadas de zumo, para que no permanezcan en la nevera más allá de 24 horas. También podemos optar por intentar cortar solo los trozos de la sandía que vayamos a consumir si queremos olvidarnos de tuppers y del papel de film. Entendemos que a veces nos fallan los cálculos, a mi la primera. Si compras sandía, haz hueco en tu nevera.
Fotos | Tamanna Rumee en Pexels, Rachel Claire en Pexels, Marcelo Verfe en Pexels
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