Aunque tienen fama de ser independientes, desapegados e, incluso ariscos, cualquier dueño de gato sabe bien que todo ello tiene mucho de creencia popular y una gran prueba de esto es cómo estas mascotas empiezan a perseguirte por toda la casa en cuanto pones un pie en ella. También es muy probable que te hayas preguntado por qué hacen esto y lo cierto es que es una pregunta con respuesta.
Aunque, si los comparamos con los perros, puede decirse que la personalidad de los gatos es en general más independiente, siguen siendo animales domésticos y, por lo tanto, también son afectuosos, buscan el contacto humano y tienen necesidad de establecer lazos con quienes conviven.
Es decir que, aunque tengan un carácter fuerte, arañen o no siempre estén dispuestos a dejarse acariciar, son mascotas que sienten amor por su familia humana y tienen su forma de demostrarlo, siendo perseguirnos una de ellas.
Es algo que forma parte de su naturaleza e instinto y, aunque también puede haber otros motivos que expliquen este comportamiento, el amor y el apego suele ser el motivo principal por el que un gato te sigue a todas partes.
Al fin y al cabo, eres su figura de referencia y desempeñas el mismo papel que jugaría su madre: le das de comer, le ofreces seguridad, cariño, le limpias el arenero... En definitiva, lo cuidas. ¿Cómo no va a querer pasar tiempo contigo después de haberte echado de menos?
No obstante, el gesto de seguirte también puede ser una forma de reclamar atención. Puedes reconocer que es esta la causa, en especial, porque tu gato, además de seguirte, se cruza entre tus piernas, te roza, se restriega contra ti...
También podría significar que tiene ganas de jugar y desfogar su energía o adquirir habilidades. Este puede ser el caso, sobre todo, cuando se trata de un cahcorro.
Por último, por su propia naturaleza felina puede interpretar que tus paseos por la casa son lo mismo que el animal haría en libertad: recorrer su territorio para conocerlo bien y comprobar que no haya intrusos ni elementos pligrosos para la supervivencia. Si es que no pueden ser más monos.
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