Según datos de la OMS, más de 150 países se ven todavía afectados por la rabia, que mata a una persona cada 9 minutos. En el caso de España, se libró durante décadas una guerra contra la rabia que no se ganó hasta el año 1975. Sin embargo, según un informe epidemiológico sobre la rabia en nuestro país, elaborado por la empresa farmacéutica MSD Animal Health, nos encontramos en riesgo "alto" de un brote debido a la "baja tasa de vacunación canina".
En España son las autonomías las que deciden la estrategia de vacunación frente a la rabia que, hasta ahora, venía siendo obligatoria en todo el territorio nacional excepto en Galicia, País Vasco y Cataluña. Además, en Asturias la vacuna solo era obligatoria en perros potencialmente peligrosos.
Siendo esto asi, la cobertura vacunal en España, es muy baja incluso, donde es de obligado cumplimiento. Sin embargo, como señalan los autores del informe anteriormente mencionado, un porcentaje de inmunización menor del 70% no solo es un riesgo para la comunidad autónoma que decide no vacunar, si no que tambie´n influye de forma notable a la inmunidad de la población (lo que se conoce como inmunidad de rebaño)".
La rabia humana se produce, generalmente, por la entrada del virus de la rabia a través de heridas provocadas por mordeduras de animales o, más raramente, por saliva infectada en contacto con la superficie de las mucosas. Se trata de una enfermedad que tiene una tasa de mortalidad del 99% una vez que se ha manifestado en el ser humano y en España somos vecinos de países donde la rabia es endémica.
Ucrania, por ejemplo, es un país en el que hay casos de esta enfermedad y, aunque existe un control sobre todas las mascotas que llegan del extranjero, la tasa de vacunación sigue siendo tan pequeña, que cualquier incidente sería muy preocupante, tal y como señala el informe.
En este contexto, y con la llegada de las mascotas de los refugiados durante los últimos meses, sumado a casos recientes en Ceuta y Melilla, se han terminado de incorporar a la lista de la vacunación obligatoria la mayoría de las comunidades que faltaban. Así, Asturias ya obliga a vacunar contra la rabia a todos los perros, gatos y hurones. La Generalitat, por su lado, la ha instaurarla para animales de compañía susceptibles de contagiarse y transmitirla a humanos.
El Gobierno vasco también ha accedido en el último mes a la vacunación obligatoria, después de que dar libertad a los dueños de las mascotas no haya resultado efectivo para adquirir la inmunidad de rebaño. Ya solo queda Galicia, donde todavía no hay vacunas obligatorias.
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