Pensar que la verdadera felicidad radica en tener una vida sin problemas o sin que las dificultades se crucen en nuestro camino, es equivocarse de lleno. En la vida existen los buenos momentos, los malos y los regulares, del mismo modo que existe todo un crisol de emociones y algunas son agradables y otras desagradables.
Según Brené Brown, académica y escritora estadounidense, y profesora e investigadora de emociones en la Universidad de Houston, las personas resilientes tienen autocompasión lo que les permite ver emociones como el estrés o la decepción como oportunidades de aprendizaje, como explicaba en su podcast ‘Unlocking Us’. No es que sus problemas no existan, es que los enfrentan de diferente manera. “El núcleo de la fortaleza mental es en realidad la autocompasión. Las personas que son mentalmente fuertes lo siguen siendo porque no caen fácilmente en la vergüenza, la autocrítica o el autodesprecio”, afirma Brown.
Lo que diferencia a una persona resiliente y segura de sí misma de otra que no lo es, no es solo la capacidad de aprender de cada desafío que aparece en su vida, sino también cómo se apoyan en su propia fuerza mental para hacerlo. Saben que el problema no durará para siempre y están decididos a enfrentarlo de la mejor manera posible y para ello, las personas resilientes usan ciertas frases que les ayudan a procesar y responder a los desafíos, como explican los expertos.
“No”
¿Cuántas veces has dicho que sí a peticiones que no te apetecen, que te desbordan, que consumen tu tiempo sin importarte nada? Solo tiene dos letras pero “no” es una palabra mucho más poderosa de lo que a priori te puede parecer. El “no” te ayuda a poner límites, a priorizarte, a cuidar tu salud mental, a poner tus necesidades por encima de las del resto.
“No te sientas culpable por ponerte a ti mismo en primer lugar y decir que no”, afirma la doctora Jessica Jackson, psicóloga y especialista en diversidad clínica global, gerente de equidad, inclusión y pertenencia de Modern Health. “La resiliencia debería consistir en priorizar tus necesidades, explicaba a la CNBC. Y aunque al principio establecer límites y decir que no puede ser incómodo, a la larga “te lo agradecerás por ahorrar energía y poner tu salud mental y tu bienestar en primer lugar”. La experta añadió que “es importante conocer tus límites y respetarlos antes de agotarse”.
“Necesito tiempo”
Todos tenemos derecho a estar tristes. Por eso la psicóloga Courtney Warren recomienda tomarse un tiempo para sentir todas las emociones antes de correr para recuperarse de una situación difícil. Un ejemplo: superar una ruptura de pareja. No pasa nada por pasar un tiempo sola, reflexionando sobre la ruptura y sobre lo que aprendemos de ella. Fingir que no pasa nada y que estamos estupendamente, tapando o escondiendo nuestras verdaderas emociones es lo contrario a ser resiliente.
“Un componente clave de la resiliencia es la flexibilidad emocional, o la capacidad de regular los sentimientos y reducir su intensidad en una situación determinada”, explicaba Warren. “Dominar esto puede ayudarnos a sentirnos empoderados en tiempos difíciles”. Es decir, lo que asegura la experta es que no se trata de no sentir sino de gestionar y saber qué estamos sintiendo. La persona resiliente sabe que tiene las herramientas adecuadas para manejar todo tipo de emociones, superarlas y sobrevivir, pero eso no significa que no necesiten un tiempo para sentirse tristes, enfadados o frustrados y que esas emociones le ayuden a reflexionar y a aprender.
“Puedo manejar lo que se me presente”
La neuropsicóloga clínica y forense Judy Ho afirma que las personas resilientes suelen tener flexibilidad psicológica que les ayuda a afrontar, aceptar y adaptarse mejor a situaciones difíciles, y “son capaces de modificar su forma de pensar sobre esas situaciones. Los psicólogos llaman a esto “cambiar el guión”. Una vez que lo hagan, podrán tomar medidas que se alineen con sus valores”, explica la experta. Es decir, se aseguran de repetirse de que serán capaces de superar las circunstancias que se presenten.
Según Ho, cuando somos resilientes también somos capaces de dejar de obsesionarnos con un determinado resultado, “adaptar nuestras estrategias de afrontamiento y encontrando diferentes soluciones y caminos hacia nuestros objetivos, incluso cuando nuestros pensamientos y sentimientos nos digan que huyamos”. En lugar de decir “no creo que pueda”, las personas resilientes tienen una autoconversación positiva usando un “puedo manejar esto”.
Fotos | sydney Rae en Unsplash, Clarke Sanders en Unsplash y Allef Vinicius en Unsplash
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