Se acabaron los baños de sol y el moreno. Hemos empezado a trabajar y la intensidad del moreno empieza a apagarse. ¿En todo el rostro? No, las malditas manchas oscuras o melasmas han vuelto y más oscuras que antes del verano. ¡Un fastidio!
Algo que debes hacer lo antes posible si todavía no te has puesto a ello es el exfoliante facial. Uno bien hecho, que exfolie bien y arrastre las capas de células muertas que hemos acumulado durante el verano. Sólo con este gesto verás cómo las manchas no destacan tanto y tu piel se rejuvenecerá, absorberá mucho mejor tus tratamientos cosméticos.
Si puedes permitírtelo, es el momento ideal para una limpieza de cutis en tu centro de belleza. La diferencia de resultado vale la pena. Pero si lo quieres hacer en casa, no hay problema: saca tu peeling facial y a por ello.
Todavía no es tiempo de utilizar cosmética despigmentante, falta un mes o dos para que el Sol se haya alejado de la Tierra. En pleno invierno es el momento ideal. Mientras investigas qué tratamiento te conviene más, no dejes de aplicarte la protección solar en las zonas con manchas.
Para que te veas bien en estos momentos del año en que tus manchas son muy evidentes, utiliza maquillaje fluído o compacto: la uniformidad es la clave para verte una piel bonita. Haz un esfuerzo en tu rutina matutina y estarás contenta todo el día de haber aplicado base de color. ¿Quién ve las manchas ahora? Ya irán desapareciendo, tranquila.
Foto | ucumari
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