Es llamado el jardín de la Alcarria, y es que sus impresionantes campos de lavanda son famosos cuando florecen llenándolo todo de color. Pero Brihuega es mucho más.
Además de ser el lugar de peregrinaje de instagramers y fotógrafos que encuentran en la floración de las lavandas a la Provenza española, este pueblo de Guadalajara tiene un centro histórico más que interesante. Brihuega es una villa medieval que merece la pena conocer todo el año.
El pueblo medieval de Brihuega
Ubicada en el valle del río Tajuña, en Guadalajara, Brihuega es una villa medieval que en el siglo XVIII fue sede de la Real Fábrica de Paños. Como otros pueblos medievales, Brihuega conserva edificaciones de la época.
El Castillo de la Piedra Bermeja, que fue construido a finales del siglo XI, y la muralla en la que podemos disfrutar de arcos y puertas medievales como la Puerta de Santa María o el Arco de Cozagón, son un remanente de esa época. Y es que es en la Edad Media cuando Brihuega aparece por primera vez en la historia como un núcleo importante de población llamado Castrum Brioca, o castillo sobre la roca.
La zona del castillo cuenta con en su interior con un cementerio y una capilla de estilo gótico-mudéjar, considerada una joya del románico de transición. Merece la pena recorrer cada rincón de su patrimonio histórico y pasear por las afueras de sus murallas, de las que aún se conservan zonas prácticamente intactas.
En el siglo XIII, el arzobispo Don Rodrigo Ximénez de Rada promovió la construcción de las principales iglesias briocenses como la Iglesia de San Felipe, la más conocida de la villa de Brihuega. Ese mismo siglo fue el esplendor de la arquitectura cisterciense gracias también a las fuentes, representativas de la época y que todavía se conservan en el centro histórico.
La más bonita es la fuente de los Doce Caños, ubicada en el antiguo lavadero municipal, que tiene hasta una leyenda propia: las mujeres solteras que beben su agua, encuentran pareja (nadie dice si lo hacen con ayuda de Tinder o no). Además de esta, la Fuente del Paseo de la Fábrica, la de San Juan o la del Hisopo son un recuerdo maravilloso de cómo el pueblo conseguía agua hasta hace menos de un siglo.
La Plaza del Coso, donde se encuentra el ayuntamiento de la localidad, nos encontramos también con las cuevas árabes construidas entre los siglos X y XI y que aún se conservan después de los asedios. Este laberinto de galerías y túneles recorre todo el subsuelo de Brihuega durante unos ocho kilómetros, y tienen salida al exterior de las murallas.
La Casona de los Gómez, una casa nobiliaria del siglo XVIII, o el Prado de Santa María, merecen también unos minutos de nuestro tiempo, así como las empedradas calles.
El festival de la lavanda de Brihuega
No es que te recomendemos ir a Brihuega en verano, es que debería ser casi obligado por ley ver al menos una vez en la vida el paisaje de la Provenza española.
El zumbido de las abejas, los colores de los campos mezclados con el cielo, el sol acariciando tu piel, el increíble y relajante olor de la lavanda y la naturaleza, en toda su gloria, exponiendo una de las mayores bellezas de Castilla-La Mancha.
Para ampliar la experiencia, Brihuega celebra cada año su famoso Festival de la lavanda que coincide con el esplendor de la floración a mediados de julio, pero durante todo el mes los campos de lavanda tienen visitas guiadas los fines de semana, organizadas por el ayuntamiento.
Un bonus misterioso: Cívica
Cerca de Brihuega, a las afueras de sus murallas y su villa medieval nos encontramos con un pequeño conjunto urbano cubierto de vegetación en el que los arroyos y las cascadas campan a sus anchas. Cívica es una aldea excavada en roca y abandonada que ahora se ha convertido en un lugar misterioso que ver.
Dónde dormir en Brihuega
Si puedes, alójate en Brihuega al menos una noche y disfruta de sus rincones con calma. El Castilla Termal Brihuega de cinco estrellas es una excelente opción si buscamos un finde de relax y calma en el jardín de la Alcarria desde 283 euros por noche en habitación doble. Y si buscas algo más económico, siempre puedes hospedarte en un apartamento como El Capricho de Brihuega desde 120 euros por noche.
Castilla Termal Brihuega Paseo de la Fábrica 14 - A, 19400 Brihuega, Guadalajara
El Capricho de Brihuega. Apartamento
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Fotos | iStock, Anabel Palomares, Patrimonio histórico, red nacional de castillos y palacios, Turismo Brihuega
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