Cuando pensamos en alimentos probióticos, rápidamente se nos vienen a la cabeza clásicos como el yogur u otras incorporaciones recientes que hemos hecho a nuestro carrito de la compra, como el kéfir. Lo cierto, es que hay vida más allá de los lácteos, y no, no nos estamos refiriendo a la kombucha, sino a un desconocido para muchos, que algunos apodan como el oro blanco. Efectivamente, estamos hablando del chucrut, un plato típico de la cocina alemana que aporta infinidad de beneficios a nuestra flora intestinal.
En concreto, el chucrut es una col fermentada, dicho así puede resultar poco apetitoso, pero su sabor característico ya ha conquistado a muchos paladares fuera de las fronteras de su país de origen. En concreto, esa fermentación se da a través de la descomposición de los azúcares presentes en la col, los cuales producen ácido láctico, dando lugar a millones de bacterias, que son un must para nuestra salud intestinal.
Desde Vitónica, los expertos ya han señalado el potencial del chucrut a la hora de aportar bacterias buenas a nuestro organismo, aumentando la diversidad de las mismas y regalándonos una gran cantidad de vitaminas y minerales, destacando la vitamina C y el hierro. De hecho, también mejora la absorción de nutrientes como la vitamina B y el calcio y, según los estudios científicos, ayudaría a prevenir enfermedades inflamatorias intestinales.
Nuestros compañeros de Vitónica, incluso han llegado a nombrar a este alimento como el mejor probiótico que podemos comprar. Y es que, además de todas las vitaminas que nos aporta, presenta pocas calorías, en torno a 18 kcal por 100g, lo que lo convierte en una verdura apta para personas que buscan perder grasa corporal. Pero es que, además, también contiene una gran cantidad de fibra, lo cual no solo mejora nuestra salud intestinal y nuestros niveles de azúcar en sangre, sino que hace que el chucrut sea un alimento saciante, perfecto para evitar el picoteo entre horas y no llegar a las comidas con un hambre atroz.
Por si fuera poco, se trata de una verdura que no tiene nada de colesterol, según señalan en un artículo de Vitónica, pero no solo eso, sino que a la par presenta nutrientes que nos ayudan a disminuir el colesterol malo que tenemos en sangre, así que no es de extrañar que los expertos apuesten rotundamente por integrar este alimento a nuestras comidas y hacerle un hueco en las recetas del día a día, ya sea como acompañamiento o guarnición. Toma nota.
Fotos | ROMAN ODINTSOV en Pexels, Polina Tankilevitch en Pexels
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